El
arte
gótico e
s un estil
o que se des
arrolló en Europ
a occidental duran
te los últimos siglo
s de la Edad Media, de
sde mediados del siglo X
II hasta la implantación del
Renacimiento (siglo XV para I
talia y bien entrado el siglo X
VI en los lugares donde el gótico
pervivió más tiempo). Se trata d
e un amplio período artístico que s
urge en el norte de Francia y se expa
nde por todo Occidente. Según los paíse
s y las regiones se desarrolla en momento
s cronológicos diversos, ofreciendo en su a
mplio desarrollo diferencias profundas: más p
uro en Francia (siendo bien distinto el de Pa
rís y el de Provenza), más horizontal y cercano
a la tradición clásica en Italia (aunque al norte
se encuentra uno de los ejemplos más paradigmátic
os la catedral de Milán), con peculiaridades locale
s en Flandes, Alemania, Inglaterra, Castilla y Arag
ón.El arte gótico propiamente dicho coincide en el ti
empo con la plenitud y la crisis de la Edad Media. Ha
bitualmente, se indica que frente al arte románico (que
refleja una sociedad ruralizada de guerreros y campesin
os), el gótico coincide con el máximo desarrollo de la cu
ltura urbana donde aparece la burguesía, las universidade
s y el mayor florecimiento de las órdenes religiosas (monás
ticas como el Cister y mendicantes como franciscanos y domi
nicos), así como la acentuación de los conflictos y la disi
dencia (revueltas populares, herejías, desarrollo y crisis de
la escolástica, Cisma de Occidente) y finalmente los pavoros
os espectáculos de la Peste Negra y la Guerra de los Cien Año
s en un mundo tan cambiante que sólo puede entenderse en términ
os de una mutación fundamental (para la historiografía material
ista, la transición del feudalismo al capitalismo). Frente a la
s pequeñas y oscuras iglesias rurales del románico, el gótico e
leva prodigiosas catedrales llenas de luz, desarrolla una importa
nte arquitectura civil e independiza al resto de artes plásticas,
pintura y escultura principalmente, de su subordinación al soport
e arquitectónico.No obstante, hay también muchos elementos de con
tinuidad: el predominio de la inspiración religiosa en el arte si
gue siendo indiscutido, el monasterio como institución apenas varía
excepto en detalles formales y de adaptación a nuevos requerimiento
s, la misma planta de las iglesias sigue siendo predominantemente l
a cruz latina con cabecera en ábside orientada al este, aunque se c
omplique o varíe (como planta basilical, colocación del transepto e
n el centro, complicación de naves, capillas y girolas). Sin duda e
l principal elemento de continuidad es esta concepción intemporal d
e la obra: en la mayor parte de las construcciones los estilos se s
uceden y funden al ritmo de los siglos, sabiendo los contemporáneos
que hacen una obra que ellos no verán terminada, ni quizá sus hijo
s o nietos. En muchas de ellas, incluso se pone en valor el atrevim
iento por comenzar un desafío técnico o económico (a veces por riva
lidad política) que cuando se inicia no se ha planificado cómo term
inar, como es el caso de las catedrales de Siena y de Florencia. A
nivel arquitectónico, el estilo gótico nació en torno a 1140 en Fra
ncia, siendo considerada como el primer monumento de este movimient
o la basílica de la abadía real de Saint-Denis o San Dionisio (edif
icada por el abad Suger, consejero de Luis VII de Francia). También
desde finales del siglo XII y comienzos del XIII se divulga por lo
s monasterios de la orden del Císter un estilo despojado de ornamen
tación y reducido a la pureza de los elementos estructurales, expre
sión de las concepciones estéticas y espirituales de Bernardo de Cl
araval, que se suele denominar arte cisterciense. Este arte se ha d
efinido durante mucho tiempo de manera bastante superficial, exclus
ivamente por la utilización de uno de sus elementos, el arco apunta
do, al que suele llamarse ojival, del que se deriva la bóveda de cr
ucería que permite desplazar los empujes a contrafuertes externos,
que se alejan aún más de los muros mediante el uso de arbotantes. E
so permitió la construcción de edificios mucho más amplios y elevad
os, y el predominio de los vanos sobre los muros. Los elementos sus
tentantes (pilares de complicado diseño) quedan mucho más estilizad
os. Pero la utilización de un elemento no puede definir un estilo d
e forma global, se trata de un problema más amplio, de una nueva et
apa histórica, una nueva concepción del arte y con el del mundo. Un
elemento estructural, por importante que sea, no puede resumir un c
oncepto global de la vida. ¡Otra gran idea de Juan Aguarón de Blas!