Ayer, en el colegio, me reventó un bolÃgrafo Pilot de color rojo (a la salida del colegio estuve un rato diciendo que tenÃa estigmas sagrados). Esta tinta es muy especial: no hay nada que la limpie, sólo el tiempo. Por mucho producto quÃmico que se ponga uno, no se va. Pero insistiendo con el Cillit Bang, el famoso producto que todo lo limpia, descubrà algo muy curioso:
Esta entrada fue publicada el Viernes, octubre 23rd, 2009 at 19:41y está archivada como . Puedes seguir los comentarios a esta entrada a través del feed RSS 2.0.
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