En Santo Domingo de la Calzada
Aprovechando este puente, y que mi hermano no tenía entrenamientos de baloncesto, nos hemos ido a continuar nuestro Camino de Santiago. Ayer fuimos en coche hasta Logroño, de donde salimos andando hacia Navarrete.
Hoy teníamos pensado ir hasta Nájera, una etapa corta de 17 kilómetros. Como habíamos llegado a las 12 de la mañana, hemos decidido que seguíamos. Así que hemos hecho las etapas de dos días en uno solo.
Merece la pena hacer el Camino simplemente por el albergue de Santo Domingo: sólo tiene 8 meses, los baños son enormes, los grifos de las duchas son incluso mejores que los de casa… Todo ello, en un museo de la carretera (¿?). Además, las máquinas expendedoras no son un abuso. Vamos, que muy bien.
Bueno, mañana ya en casa.
Funky Lunch
Lidia me ha enviado esta curiosa página web, Funky Lunch, que trata del curioso tema de diseño de sándwiches. Al parecer, el creador del sitio quería convertir una comida monótona en algo diferente para que los niños probasen una mayor variedad de comida, especialmente la sana. En su galería hay 26 sándwiches diferentes, cada uno con sus ingredientes. Aunque parecen bastante sencillos de imitar, pronto estará a la venta un libro con explicaciones para prepararlos, pero aún no está definida la fecha. El problema es que hay alguno tan logrado que da pena comérselo…
Aunque son las dos de la madrugada, me está entrando hambre…
¡De vuelta!
Ya se me han acabado los viajes, y sólo me queda un mes de vacaciones… En fin, resumo brevemente lo que he hecho estos últimos días:
El día 9 nos fuimos de Lisboa, después de una semana comiendo bacalao. Comimos en Coimbra, y llegamos por la tarde a Salamanca. La verdad es que es una ciudad muy bonita, llena de edificios de piedra de diversos estilos. Eso sí, no encontré la rana hasta el día siguiente (y ni siquiera fue por mí mismo… Todo por culpa de unas viejas que no tenían otra cosa mejor que hacer que gritar por la plaza dónde estaba la ranita).
El 10 nos apuntamos a una visita guiada para conocer el centro de la ciudad, y por la tarde estuvimos deambulando por la ciudad, y comprando algunos recuerdos.
Ayer nos fuimos a mediodía, y paramos en Ávila a comer. Nunca había visto unas murallas así: 12 metros de altura y 3 de espesor. Más tarde, nos detuvimos en Madrid para ver a mis tíos de Washington, que habían venido a España a pasar unos días.
A eso de las doce de la noche llegamos a Zaragoza. Fin.
Acabo de llegar a Madrid
O debería, ya que esto de predecir el futuro para dentro de tres semanas no creo que sea muy preciso, pero esperemos que sí lo sea en esta ocasión.
En el aeropuerto
Una sennora muy maja me ha dejado sus 'ultimos 4 minutos de Internet. Llegar'e a casa a eso de las 22.