El partido del sábado

Juego al baloncesto en el equipo preinfantil de romareda. Todos los sábados se juega un partido por las mañanas. Ayer nos enfrentamos contra un equipo muy tramposo, hacían fatas, gritaban, te intentaban quitar la ropa, etc. Yo no hacía más que meterle el deod índice al contrario entre las costillas, y de repente, se vuelve haciua su entrenador: “¡Oye, cámbiame, éste no hace más que pegarme!” Y el entrenador le dice: “¡Cállate, quejica!”. En una lucha, me tiraron al suelo, y me metieron el dedo en el ojo. Yo no veía lo que pasaba alrededor, y agarré una pierna, la empecé a mover y su dueño se cayó. Abrí los ojos y me di cuenta que había tirado al que me había metido el dedo en el ojo, y aun con todo, no me pitaron falta. Su entrenador me ponía nervioso: “Señores, ahora vamos a…”, “¡Pero muévanse, señores!”, “Defiendan, señores”…


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