Aquí estoy

Bueno, ahora estoy en un ordenador que hay en una cafetería en Conil (creo que así se llama el pueblo). Llegamos bien, el equipo de Jorge llegó bien; vamos, que estamos todos tranquilos. Ayer jugaron contra Islas Baleares (¡ganaron!) y por la tarde, en su macrocomplejo (donde duermen; yo pensaba que era un albergue, pero resulta que es un sitio enorme con pabellones, piscinas, calles; como una ciudad) jugaron contra Madrid. Bueeeeeno… Se dieron cuenta tarde de que no eran tan buenos (los otros), pero sólo perdieron de 25. Además, han venido a verlos mi entrenador y el de Jorge; salieron a las 6 de la mañana para coger un atasco en Sevilla y no llegar… En el partido de por la tarde, hubo un momento en el que mi hermano no se movía, por lo que yo le dije “¡JORGE, MUEVE EL CULO!”. Se vuelve en entrenador, y me dice “¿Qué has dicho, Juan? ¡Ya sé lo que te voy a decir en los entrenamientos!”. Glups…

En el hotel ha Internet a medias: te dan una tarjeta de Wi-Fi válida por 24 horas… El precio por día es ¡12 €! Aunque seguro que la gastamos; podré escribir aquí un día de estos :-)

Es curioso el acento que tiene la gente aquí; dicen todas las jotas muy aspiradas y hablan muy rápido… Esta mañana, en el bar al que hemos ido a desayunar, no sabíamos si el camarero nos había puesto tostadas; hablaba de una forma… curiosa.

Ayer, por la noche (02:30, más o menos), al volver al hotel fui por la playa y metí los pies en el agua… No debí hacerlo… Todavía tengo granitos de arena entre los dedos… y eso que dejé la bañera como un campo después de un diluvio.

Me quedan 4 minutos de Internet. Adiós :-)


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