Empapados: la película
Hoy hemos bajado del chalet en bici, y aunque había nubes, no parecían muy amenazadoras. El camino no es muy largo (30′, aproximadamente), y tampoco muy difícil. Íbamos tan tranquilos por el camino, cuando han empezado unas gotitas a caer, aunque no les hemos dado importancia. Han parado un rato, y ya nos hemos olvidado de ellas. Error. A los 6 minutos ha sonado un trueno de 15 segundos, y ha empezado a llover. Pero lluvia de la fuerte: en un rato estábamos empapados. Poco a poco ha ido aumentando la tormenta, hasta que hemos llegado a casa chorreando. No parece muy trágico o curioso, pero la verdad es que parecíamos tontos, con decenas de personas resguardadas en portales pensando “¿Y estos locos a dónde van con esta lluvia?”. Ha estado bien; ahora sé apreciar lo que es estar seco 