De vuelta al dentista
Ayer fui al dentista a que me pusieran el aparato en la parte de abajo, la de la mandÃbula. Pasé, lo colocaron y ya está. Bueno, excepto por la increÃble cantidad de babas que estaba produciendo (yo), no pasó nada en especial.
Hoy, mientras intentaba comer albóndigas (me dolÃa bastante la boca), he notado un “crac” y se me ha soltado un bracket. Al parecer, por lo que me han dicho, al pegamento le cuesta alrededor de un mes llegar al máximo de resistencia (incluso me han dicho que se pueden abrir latas). El caso es que esta tarde he vuelto, y ya desde la escalera (¿por qué la mayorÃa de los dentistas tienen la consulta en pisos?) oÃa unos gritos de un niño al que parecÃa que le estaban matando. He pasado a la sala de espera y he estado leyendo. Cuando me han dicho que entrase, el dentista estaba diciendo que el niño (que afortunadamente ya se habÃa ido) tenÃa 11 años y que lloraba por el aspirador de saliva, diciendo que le hacÃa daño. Vamos, que no le han conseguido abrir la boca.
Yo me he sentado, me han cortado el alambre (el bracket suelto era exterior) y me he ido.
Sin complicaciones.