En Puente la Reina
Ayer llegamos a Pamplona medianamente sanos y salvos, pero pronto empezaron los problemas: no habÃa ningún albergue abierto (y eso que Pamplona es ciudad, no pueblo). Por suerte, nuestro tÃo vive en las afueras, y pudimos dormir allà (como dijo mi madre, no todo el mundo tiene un tÃo en Pamplona). En fin, fuimos a la casa, nos duchamos y volvimos a la ciudad. Tomamos unas cuantas tapas en la calle de la Estafeta (donde los toros matan corretean en San FermÃn).
Por la mañana hemos intentado coger el autobús lo más temprano posible (tenÃamos que ir de la casa de nuestro tÃo a retomar el Camino), pero lo hemos perdido. Asà que una hora después estábamos en Pamplona de nuevo.
Entonces mi abuelo ha dicho que le molestaba el ojo y, por si acaso, ha ido a tomarse la tensión. La tenÃa bien, pero, como estaba cansado y tenÃa ampollas en las plantas de los pies, ha decidido volverse a Zaragoza. Asà que hemos ido a un bar y, mientras desayunábamos, hemos mirado horarios de autobuses.
Entre una cosa y otra, eran más de las 11, una hora bastante mala para empezar a caminar. Asà que hemos pedido un taxi, y hemos avanzado poco más de 10 kilómetros.
Con la lluvia pisándonos los talones hemos llegado hasta aquÃ, Puente la Reina. Y mañana iremos a Estella, para volver de vuelta a casa…
Realmente, ¿hace falta cobrar 1€ por menos de media hora de Internet? DeberÃa ser algo más simbólico, 10 céntimos y, si no hubiera más gente esperando, seguir navegando…
(Y yo aún tengo que hacer deberes)