Cosas en General

Atención: los dos primeros párrafos son introductorios, y cuentan cómo surgió la idea en mi cabeza. Si no te interesan, salta al tercer párrafo.

Cuando estuve en Estados Unidos, un día acompañé a John a un club de Lego en el que hacían robots con Mindstorms para competir en la FLL. Me resultó muy curioso, y, aunque ellos tenían unos medios realmente impresionantes, me di cuenta de que realmente lo único que hacía en un club de robótica era gente, y una pequeña inversión.

Hace unos meses (creo que fue para febrero), fui a una conferencia del grupo Complubot, donde vi realmente el potencial que se puede llegar a tener en lo de hacer robots y en lo que consistía la Robocup, la mayor  competición de robótica del planeta. “No es imposible”, pensé. Y ahí me quedé yo, con mi recién adquirido Arduino y aprendiendo poco a poco.

Comienzo de la historia que da título a este post

Pues bien, la semana pasada sentí que ya tenía un dominio suficiente de Arduino y diversos temas relacionados con la robótica como para poder experimentar (o lo que es lo mismo: he llegado al punto en el que sé lo suficiente como para darme cuenta de que me falta por aprender más aún), por lo que comenté a mis amigos Ernesto y Alfonso en lo que consistía la Robocup, y que quizá podríamos apuntarnos en dos años (aunque ahora me doy cuenta de que quizá, tal vez, a lo mejor, sea mejor empezar por algo más sencillo, como buscar algún tipo de club aquí en Zaragoza). Inmediatamente me respondieron que estaría genial participar, así que les conté todos los pormenores, y se decidieron a comprar sendos Arduinos. Al día siguiente también se interesó Javier, al que también le interesan estos temas.  Como ya lo teníamos bastante claro, se lo comentamos a Abraham, el profesor de Informática, y nos dijo que también quería un Arduino. Al cabo de dos horas, el profesor de Física también se apuntó a la compra.

Al ser tanta gente, Alfonso, quien únicamente tenía intención de comprar dos Arduinos, se vio con el peso de tener que gastarse 130€ en Internet, por lo que habló con Abraham y le pidió que encargase él los 5 Arduinos. Anteayer, durante el recreo, fuimos al aula de Informática para encargar las preciadas placas a Cooking Hacks, pero fuimos interrumpidos porque… había dos peticiones nuevas de Arduino. Total, que 7 Arduinos, un sensor de ultrasonidos (mío) y 203€ pagados por le profesor más tarde, la web nos dijo que en 24-48 horas tendríamos nuestro pedido.

Y así ha sido. Hoy, al terminar una clase, estaba Abraham en el pasillo con una caja, y nos ha entregado los Arduinos, y a mí mi sensor y una manopla de cocina de color rojo. Es la firma de la compañía, muy maja. Aunque luego la gente me miraba raro al ver que llevaba una enorme manopla de horno puesta.

Seguiré informando de cómo va el tema. De momento, quiero organizar un taller sobre Arduino, y luego ya se verá.