El péndulo del Destino
Sonará muy melodramático el tÃtulo de este post, pero no me he podido resistir. Hace unos dÃas se me ocurrió una teorÃa bastante peculiar sobre el Destino. Según ella, estarÃamos condenados a no decidir por nosotros mismos. Pero bueno, nos parecerÃa poder decidir.
Rogamos silencien sus teléfonos móviles y silencien las alarmas de sus relojes. Gracias.
Comencemos con algo sencillito: todos conocemos el péndulo de Newton (o “lo de las canicas de metal”, como muchos lo llaman):
Consta de una serie de esferas perfectamente alineadas y pendientes de unos hilos, que utilizó Newton para demostrar el principio de conservación de la energÃa. Si alejamos una bola de un extremo, y la soltamos repentinamente, ésta golpeará al resto, y la energÃa cinética que llevaba será transmitida al conjunto, provocando que la bola del otro extremo salga en dirección contraria. Si el rozamiento fuera nulo, este movimiento se perpetuarÃa indefinidamente.
Ahora bien, otra manera de enfocar este juguete es desde el punto de vista de la previsión: si soltamos la primera canica desde una altura x, serÃa relativamente sencillo conocer la fuerza con que golpearÃa al resto de bolas, la velocidad con que saldrÃa despedida la última, el número de rebotes que habrÃa… Además, si se repitiera el experimento, siempre harÃa lo mismo: mismas fuerzas, mismas velocidades, mismas distancias… el comportamiento de las bolas serÃa el mismo.
Hace 13.700 millones de años. ¿Qué es eso? ¡Un guisante! Pero, espera… es brillante y se hace cada vez más grande… ¡Es el Big Bang! Una enorme explosión de energÃa que da rápidamente lugar a la materia tal y como la conocemos hoy en dÃa. La materia está formada por partÃculas esféricas, y entre ellas se producen diversos intercambios de energÃa… al fin y al cabo, nuestro vasto universo no se diferencia tanto de el juguete que inventó Newton.
Entonces, de la misma manera en que conociendo todos los datos del péndulo (energÃas, masas, número de bolas) podemos determinar fielmente qué ocurrirá, se podrÃa recopilar toda la información del universo y deducir cuál será su comportamiento futuro. Al igual que mezclando vinagre y bicarbonato en una proporción determinada se consigue siempre una misma cantidad de dióxido de carbono, en el momento mismo de la creación del universo se determinó su futuro, pues partiendo de esas condiciones sólo existÃa un camino, o forma de organización, posible: el que estamos viviendo actualmente.
Asà pues, a no ser que exista un factor “azaroso”, quizá sea sensato creer que no hacemos realmente lo que nos apetece. Aunque, eso sÃ, la idea de que el libre albedrÃo sea sólo una ilusión no me gusta nada.
enero 25th, 2011 at 0:02
Tal vez si lees:
http://www.guzmanurrero.es/index.php/Libros/Prigogine-y-la-flecha-del-tiempo-de-Ilya-Prigogine.html
http://www.elpais.com/articulo/sociedad/PRIGOGINE/_ILYA/fisico/aleman/Albert/Popp/constata/existencia/radiacion/luminosa/celular/elpepisoc/19821123elpepisoc_8/Tes
http://www.lecturalia.com/libro/22834/pertenecer-al-universo
Te darás cuenta de que estamos condicionados a vivir entre los limites de la realidad fÃsica y biológica, mas podemos decidir inconmensurables opciones de libertad a cada instante y aprender que esos limites son, están muchos mas lejos de lo que jamás nos imaginamos según la educación que actualmente se imparte en todo el mundo.
Un abrazo.
No entendà tu post con la mula de francis.
enero 25th, 2011 at 11:21
Un tema complejo éste el del destino…
Yo creo que nuestro destino está escrito, es decir, que yo estaba destinado a comentarte este post por ejemplo. El destino del universo obviamente está ya hecho porque ahà sólo cuentan las leyes de la fÃsica y no hay nada más que hacer, salvo que el hombre quiera interceder, pero aún asà será de nuevo la fÃsica la responsable.
Quizás donde no haya destino es en nuestras propias decisiones en nuestro mundo: decidir qué desayunar, qué autobus coger, cuánto tiempo tardar en leer el periódico… De todas formas, como ya he dicho antes, estas cosas también pienso que están ya decididas.
Saludos
enero 29th, 2011 at 10:41
Te olvidaste de la cuántica, ¿por qué siempre se olvidan de la cuántica?
Fuera de coñas, a nivel atómico, un suceso puede desencadenar distintos efectos, y solo podemos conocer las probabilidades de que tal suceso ocurra, luego, solo podrÃamos tener una cantidad incomensurable de probabilidades y muchÃsimas situaciones.
Un saludo, Kratso
enero 31st, 2011 at 23:41
Esas teorÃas tuyas me huelen a La Fundación de Isaac Asimov, con la ¿psicomatemática? (ya no recuerdo qué nombre le daba), que estudiaba todas las probabilidades de todos los sucesos futuros posibles para hallar una predicción más o menos acertada de lo que ocurrirá, y formas de cambiar esas predicciones.
febrero 1st, 2011 at 1:01
La fisica cuantica introduce el metodo azaroso que estas buscando.
http://es.wikipedia.org/wiki/Relaci%C3%B3n_de_indeterminaci%C3%B3n_de_Heisenberg
febrero 4th, 2011 at 18:54
euge, creo que serÃa mejor que enlazases http://eltamiz.com será más entendible que la wikipedia, esta más bonito y hay más chaladuras jaja.