Reflexión sobre los concursos de Matemáticas

O, dicho de otra forma, cómo justifico no haber ganado (y mira que era fácil) en la prueba a la que me he presentado esta tarde, el Canguro Matemático.

Dejando de lado lo bueno que pueda ser cada uno resolviendo problemas de Matemáticas, un factor decisivo en este tipo de concursos (al igual que en otras muchas áreas) es la velocidad mental. Por ejemplo, a mí me cuesta bastante centrarme en cualquier problema, incluso si no es algo matemático. Por suerte, una vez he asimilado todos los datos, ya pienso en cómo resolverlo.

En la Olimpiada Matemática quedé en un puesto respetable porque no exige una gran rapidez, al contrario: 6 ejercicios, 7 horas. Eso da 1:10h para hacer cada problema. Eso sí, eran de gran complejidad (vamos, que no había por dónde agarrarlos: que tuviese completamente bien, yo sólo obtuve uno).

Sin embargo, este concurso del que he hablado, de mucho menor nivel (es para alumnos de ESO y Bachillerato, y se realiza en diversos Centros) busca exactamente lo contrario: se trata de 30 problemas cortos, de no mucha dificultad, divididos en tres categorías: fácil, medio y difícil. Pero claro, la dificultad está en el tiempo: hay sólo 1:15h para realizar todo el examen. Vamos, que para hacer 30 ejercicios de Canguro te dan el mismo tiempo que para uno olímpico.

Así que no espero llevarme nada, aunque quién sabe, siempre queda alguna posibilidad. Pero no, no creo: este concurso lo ganarán, cada uno en su respectiva categoría, mi hermano y Ernesto, que también lo hicieron (y ganaron) el año pasado.


2 Responses to “Reflexión sobre los concursos de Matemáticas”

  • Rafalillo Says:

    Tampoco tenías esperanzas para pasar a la siguiente fase de las Olimpiadas y te quedaste a nada.

    A ver si ahora vas a tener que escribir una entrada con tu victoria…

  • Juan Aguarón de Blas Says:

    No creo, pero bueno, siempre cabe esa posibilidad… De todas formas, no me lo preparé, así que tampoco me importará mucho si no gano :)

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