Col romanescu
El otro día le regalaron a mi madre una col romanescu, esos vegetales fractales que tanto admiran a más de uno. De hecho, al enseñárselo a mi amigo Jhak, se le iluminaron los ojos y comenzó a dar botes por la cocina gritando “¡Hala! ¡Existen de verdad! ¡Qué pasada! ¡Pensaba que estaban hechas con Photoshop!”. Así que he sacado la cámara, y le hecho unas fotos, porque realmente merecía la pena:




Por cierto, estos días no he escrito mucho (más bien nada) porque he andado liado con exámenes, y con el Osciloduino (cuyo “núcleo” hemos terminado hoy ^^ ). Probablemente esto siga un ritmo similar durante las próximas semanas…
febrero 23rd, 2011 at 14:46
Pues yo también era un iluso como tu amigo Jhak, pensaba que eran creaciones artísticas.
En fin, se demuestra que la naturaleza es matemática
¿Qué tal los exámenes? Muy bien supongo, sobre todo en Filosofía, que es la que siempre estás estudiando cuando hablo contigo
Un saludo
marzo 3rd, 2011 at 14:03
Buenas tardes, Rafael.
Me gustaría crear una entrada en mi blog que incluya el comentario que hiciste hace tiempo sobre cómo odiar la lectura: http://juan.aguarondeblas.es/2010/02/como-odiar-la-lectura.html
Por supuesto, mencionaría tu nombre y el de tu blog.
Un saludo.