oct 21 2007

La boda de mi prima

Ayer fuimos a la boda de mi prima segunda (la hija de la sobrina de la madre de mi padre, para ser más exactos). Entonces pensé en llevarme algo como una broma. Busqué por algunos cajones, y me cogí unas chapas metálicas, que al tirarlas al suelo simulan ruido de vajilla rota. Se acabó la ceremonia, y fuimos al restaurante. En el aperitivo, que duraba una hora, no sé cómo mi hermano pudo beberse 8 refrescos, menos mal que era gratis…

Pasamos dentro, y empezamos a comer. cuando estaban sirviendo el primer plato, yo saqué las chapas del bolsillo y las tiré. 5 ó 6 camareros mirando por todos lados, y yo riéndome :-).

Terminamos de comer, y yo ya estaba un poco aburrido, llenando una cucharilla de azúcar y usándola como catapulta. En uno de los tiros que no acertó al blanco (el café que tenía enfrente), se metió de lleno en una copa de champán,y pasó algo extraño: empezó a salir espuma de la copa, y yo cogí unas cuantas copas de champán (medio vacías todas, pero bueno) y las puse en una copa grande. Un camarero vino a recoger algo de la mesa, y cuando fue a llevarse la copa, yo eché un azucarillo entero, y cuando la cogió, empezó a mancharse de espuma :-).

Cuando me aburrí de experimentar con el champán, me fijé en que los floreros del centro de las mesas tenían un líquido decorativo, que era verde. Llené algunas copas, e hice una “escala musical”, de amarillo champán a verde hoja.
Luego vi que en dos o tres floreros había líquido azul, y el resultado fue una “escala musical” de azul a verde a amarillo.
Me lo pasé bastante bien en esta boda.


oct 9 2007

Fin de semana en Alcalá de Moncayo

Este fin de semana, nos fuimos a Alcalá de Moncayo con Ignacio, Rebeca, Irene, María, Javier y Álvaro. Llegamos bien, y nos fue todo muy bien. Pero por la noche, cuando nos fuimos a dormir, a eso de las… ¿02:00?, no pudimos hacerlo. ¿Por qué? Porque a los del piso de Arriba se les caían cosas, corrían, gritaban…
Al final, nos dormimos, algo tarde, pero lo hicimos. A las 08:00 me desperté, porque se les acababa de caer UNA LITERA al suelo, aunque parezca increíble.

Pasamos el día, y luego por la noche, Jaime sacó los fuegos artificiales y petardos que tenía en el maletero. Estuvimos una hora tirando petardos :-) como avispas, ranas, bombetas… Cuando se nos acabaron, fuimos a ver a los del piso de arriba, que
todavía no los conocíamos. Resultaron ser muy majos, y nos fuimos a jugar al fútbol.

Entonces empezamos, y todo bien, pero yo no tocaba bola, así que cogí un folio y empecé a hacer confeti. Entretanto, Javier estaba de portero, llevaba una peluca negra, de Heavy, de las que molestan un montón. Entonces vinieron a atacar, 4 a la vez, y no nos los podíamos parar. ¿Solución? Yo le echo un puñado de confeti a la cara al atacante, y Javier le pega con la peluca. Más fácil imposible.
En resumen, fue un buen fin de semana.


feb 14 2007

Las notas del señor Z

Hola, en mi clase hay uno, que llamaré señor Z. Es desagradable, tonto y saca malas notas. El martes pasado dieron las notas de segunda evaluación, y había que firmarlas, como muy tarde, el lunes siguiente. Pues bien, este señor Z no las entregó. El profesor se enfadó, y el señor Z gritó. Entonces el señor Z dijo que estaban en su pueblo, y las traería el viernes. Al profesor le pareció bien, pero tampoco las tenía el viernes. El profesor le preguntó si las habían visto, y él dijo que sí. El lunes, que debía entregarlas o llamaban a sus padres, cuando íbamos a estar con nuestro tutor, se puso malo. Coincidencia. Después, por la tarde, uno de clase tiró la mesa del señor Z, y se cayeron muchos papeles, entre los que estaban… las notas, sin entregar, ni siquiera sin abrir. No sé porqué no me sorprendió.


feb 10 2007

El partido del sábado

Juego al baloncesto en el equipo preinfantil de romareda. Todos los sábados se juega un partido por las mañanas. Ayer nos enfrentamos contra un equipo muy tramposo, hacían fatas, gritaban, te intentaban quitar la ropa, etc. Yo no hacía más que meterle el deod índice al contrario entre las costillas, y de repente, se vuelve haciua su entrenador: “¡Oye, cámbiame, éste no hace más que pegarme!” Y el entrenador le dice: “¡Cállate, quejica!”. En una lucha, me tiraron al suelo, y me metieron el dedo en el ojo. Yo no veía lo que pasaba alrededor, y agarré una pierna, la empecé a mover y su dueño se cayó. Abrí los ojos y me di cuenta que había tirado al que me había metido el dedo en el ojo, y aun con todo, no me pitaron falta. Su entrenador me ponía nervioso: “Señores, ahora vamos a…”, “¡Pero muévanse, señores!”, “Defiendan, señores”…