Irlanda: parte 3

Día 11: me desperté temprano para ir a Wexford, una ciudad cercana. Nada más coger el autobús, se puso a llover, y no paró hasta el día siguiente.
Primero fuimos al National Heritage Park, un parque con recreaciones de la vida de los antiguos pobladores de Irlanda: celtas, vikingos… Era interesante, aunque estaba bastante saturado.

National Heritage Park

Aunque ni siquiera la lluvia impidió posar a este patito:

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Después de la visita, cogimos el autobús de nuevo y nos fuimos a Wexford propiamente dicho. Allí, una guía nos mostró el centro de la ciudad (sólo había murallas y vestigios de la rebelión de 1789) rápidamente, ya que todos estábamos empapados. Nada más terminar, nos dejaron una hora de shopping. Yo, que había olvidado el chubasquero, tuve que comprarme un paraguas. Además, encontré una tienda (Everything €2) de la que me llevé un set de gadgets USB: una lucecita, una lámpara de lava, un aspirador de teclado y dos hubs.
Al volver a Wicklow, recordé que Eileen me había dicho que estarían viendo un partido de fútbol gaélico, así que me tenia que ir a cenar a casa de los vecinos. Curiosamente, acabamos cenando 9: los vecinos, sus dos hijos, dos españolas, una francesa, otra señora que no sé muy bien quién era y yo.

Día 12: me desperté más tarde, aunque fue por el ruido: se estaba celebrando un festival de música en el pueblo. Me di un paseo, y volví a casa para comer a las 12. Tocó irish food: jamón cocido con col, patatas y salsa. Después, estuve leyendo durante un rato, hasta que me vino a buscar el vecino a eso de las cinco. Estuvimos caminando por la tarde alrededor del pueblo, viendo la gente que tocaba música celta. Por la noche, me terminé el primer libro que me había llevado, “Pompeya”. Muy bueno.

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No sé a que viene, pero bueno.

Día 13: por la mañana fui a clase. Vimos “Zoolander”, una de las películas más estúpidas que he visto en la vida. Había un tipo que paraba un shuriken de lo guapo que era… Por la tarde fuimos a Brittas Bay, la única playa de arena que he visto en Irlanda. Lo peor de todo fue que olvidé la cámara.
Después, fuimos a la bolera a jugar al billar (curioso, ¿eh?). Perdí.

Día 14: el profesor nos llamó por la mañana para decirnos que nos llevásemos dinero, ya que íbamos a ir al DunDrum, un centro comercial de Dublín (de los mayores de Europa). Mi grupo estuvo mirando todo el rato ropas de tiendas, así que me di la vuelta en cuanto entraron a Bershka (¡lo he escrito bien sin mirar!). Me di una vuelta, y localicé las librerías, tiendas de juguetes y demás sitios interesantes. Había una tienda de Sony, en la que vendían una televisión de 70 pulgadas por la friolera de 40.000€. No sé por qué, pero el encargado me miró un poco mal cuando empecé a hacer fotos a todo.

Válvulas de vacío Pull&Bear
Válvulas de vacío en Pull&Bear

En una tienda de juguetes me compré el set de Lego 8293 por 35€ (acordaos bien de esto, que más tarde volveré a nombrarlo):En una librería a la que fui con Tomás (Eason, muy buena) encontré “The magician”, la continuación de “The alchemyst”, un libro que me compré en Washington el año pasado.
En un sitio similar a Fnac encontré el cómic de Watchmen por 16€ (tapa blanda, pero merecía la pena), y me propuse leérmelo. Anoche lo terminé, y me ha parecido una obra maestra.

DunDrum

ChancletasAdemás, el día estuvo movido: un chico de otro grupo había robado una sudadera en Penneys, y le habían pillado (no se le ocurrió otra cosa que, una vez cometido el delito, volver a la tienda para comprar una camiseta). Después de un montón de rato con los guardias de seguridad y mi profesor, le dejaron salir para enfrentarse con la posibilidad de volver a España. Al final, como no se enteraba de nada y no tenía antecedentes, le dejaron quedarse.


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