Irlanda: parte 5
Irregular: sólo asà se puede definir el resumen de mi viaje a Irlanda.
Si no has leÃdo las anteriores, ¿a qué esperas?
DÃa 18: como era Sábado, nos fuimos todos los españoles (y franceses) de Wicklow a DublÃn. Una de las ventajas de Wicklow frente a Gorey es que está mucho más cerca de DublÃn, asà que no me tuve que levantar especialmente pronto para ir a coger el autobús.Lo primero que hicimos nada más llegar fue ir a Dublinia, un museo sobre los vikingos alojado en el antiguo palacio Episcopal (que estaba unido a la catedral por medio de un puente).
A mà me pareció bastante interesante, pero la mayorÃa del grupo no opinaba igual, asà que, a pesar de poder haber pasado allà horas, lo vimos en 45 minutos escasos.
Está muy bien ambientado: hay un montón de figuras de cera que explican desde cómo vivÃan hasta la manera en que hacÃan sus necesidades. Me llamó la atención este cartel, que, evidentemente, es un Oopart. ¿Cómo podrán haber tenido esa visión de futuro a la hora de elegir sus apellidos? Otro misterio sin resolver:
Al terminar la visita, fuimos a la Christ Church Cathedral. No me gustó demasiado, tenÃa una tienda que ocupaba una buena parte de la nave izquierda y la mitad del transepto. Además, lo que vendÃan eran estupideces: joyas de supuesta plata, mapas de Irlanda, e incluso pares de “Calcetines Sagrados” (tengo tres fotos, pero a cual más borrosa. Puede que consiga sacar algo más tarde). Además, los arcos de la nave central estaban cubiertos de enormes pinturas de arte abstracto, como si quisieran separar la iglesia en partes. Me parece que se cargaron el interior, porque por fuera no era tan fea.
Poco a poco comencé a darme cuenta de que no entendÃa bien a la gente hablar inglés, si no que eran españoles hablando español. Más tarde, por el centro, me fijé en que habÃa tiendas en las que sólo habÃa españoles. Las calles estaban llenas de españoles. Supongo que tendrá algo que ver Ryanair y que la mayorÃa de los irlandeses estuviesen en Mallorca, porque era bastante curioso oÃr en el McDonalds un montón de improperios españoles. Los pocos lugareños que habÃa miraban casi asustados. Estos españoles…
Después nos fuimos caminando al Trinity College, la famosa Universidad. Entraban ganas de aprender sólo de estar allÃ. No estuvimos mucho tiempo, ya que empezó a llover torrencialmente. Además, no pudimos entrar dentro porque estaba todo cerrado. Lo mÃo es mala suerte: el año pasado no pudimos entrar porque estaba Sarkozy en DublÃn, asà que cerraron muchos edificios emblemáticos. Entre ellos, la Universidad. Asà que me quedo con ganas de ver la impresionante Biblioteca.
Aprovechando que estábamos allÃ, comimos bajo el templete de la foto. Amainó al poco, asà que pudimos salir a gastar dinero en nuestro Shopping TIme. Yo sólo compré recuerdos, ya que me habÃa comprado ya bastantes cosas en DunDrum.
En el centro de la ciudad, en O’Connell Street, se alza el imponente Spire, una estructura de 120 metros de alto. ¿Qué es? Un simple pincho:
Un poco más tarde fuimos a buscar a Fergus (mi profesor), para guiar al que quisiera al Temple Bar, el famoso barrio. Se llama asà por un bar, el (curiosamente) Temple Bar:
DÃa 19: me desperté tarde, y como no tenÃa nada que hacer, me puse a leer Watchmen. AL poco, me fui a jugar a la Wii a casa de los vecinos, ya que los crÃos de la casa tenÃan el Mario Kart siempre a punto. Comimos tarde, a las 15:10 (¡horario español!). Después, leà un par de capÃtulos más (da para rato: el inglés americano de cómic es… interesante) y me fui con los españoles (pero hablábamos en inglés). Al final, acabamos con los franceses, ya que era su última tarde en Wicklow (llegaron antes, se fueron antes). Volvà a casa a las 22:00, y me estuve un poco más fuera con mis vecinos españoles y mi vecina francesa. Cuando nuestras respectivas host-mothers nos llamaron, yo me fui a mi cuarto a ordenar la maleta, ya que tras dos semanas estaba hecha un desastre (también ayudaba el que no planchasen la ropa). Para hacerlo más fácil, puse los recuerdos en el alféizar: