Con ganas de terminar 1º de Bachillerato
Si tuviese que definir con un solo adjetivo el curso que estoy acabando, elegiría “tedioso”. A pesar de la supuesta dificultad del Bachillerato (que no es tal; simplemente hay que estudiar a diario y casi ni eso), este último año ha sido de los más aburridos que recuerdo. La verdad es que no hay un único motivo, sino que se debe a varios factores.
Por un lado, el curso está orientado al repaso general de todo lo que se ha visto durante la ESO, lo cual es muy útil para gente que tenga lagunas en sus conocimientos. Pero entonces, ¿qué hacen los que tienen únicamente charcos? ¿Atender a explicaciones que llevamos escuchando desde hace dos años? Quizá al principio sí. Pero cuando llevas más de 5 meses (hablo en términos generales, esto es más marcado en unas asignaturas que en otras) recordando conceptos “olvidados”, el interés se esfuma. Y justo cuando empieza la acción, el curso se acaba.
También cuenta mucho el modo en que se enfoca la asignatura. Pongamos el ejemplo de Matemáticas: una materia que puede resultar apasionante (de acuerdo, quizá para algunos no lo sea, pero la culpa no es suya) se convierte en cuatro horas semanales de ejercicios repetitivos, y ya. Precisamente hoy era la sesión de clausura del Taller de Talento Matemático, y el ponente ha realizado una presentación acerca de la Historia de las Matemáticas: he aprendido más en esos 60 minutos que en dos semanas de clase. Lo admito, es necesario saberse la teoría para poder realizar la práctica, pero el problema es que no hay práctica. Porque, en realidad, los “problemas” que se hacen no son nada problemáticos: son meros ejercicios camuflados. En Geometría quiero sangakus, no calcular chorromil veces lo que mide la sombra de un edificio.
Y esto es ya más personal, pero yo echo de menos la asignatura de Tecnología, una de las pocas en las que se puede tener cierta creatividad. Este curso, estirando mucho, se podría salvar Lengua gracias a los comentarios de texto en los que un servidor puede despotricar un poco más. Pero lo que es cierto es que la creatividad está muy olvidada (aún no la he visto, pero mucha gente me ha recomendado esta charla TED sobre el tema).
Ahora que tengo mi horario encima de la mesa, estoy viendo que en muchas asignaturas pinto poco:
- Inglés: no sé ni por qué voy. Año tras año se dan los mismos tiempos verbales. Realmente, es mi clase de lectura.
- Francés: de entrada, la programación de la asignatura está pensada como un repaso de la ESO. ¿Estudiar? ¡Ja!
- Filosofía: qué se le va a hacer, no me atrae especialmente estar 9 meses
aprendiendomemorizando diversas teorías políticas.
Por suerte me queda Dibujo Técnico, mi preferida de este año. No permite una gran expresividad, pero la verdad es que se agradece poder dibujar un rato. Comparado con otras como Filosofía es una auténtica liberación.
En fin, ya queda menos para el verano, y no tanto para 2º de Bachillerato. Parece que promete un poco más: las Mates son más entretenidas, tendré Electrotecnia, Física será sólo Física y no “Física y Química” (aunque, ahora que no me oye nadie, tengo que admitir que le he acabado cogiendo cierto cariño), me quito Francés y Ciencias del Mundo…
Seguiremos informando.