jun 5 2012

“Es que eso no puedo explicároslo”

No se integró en la sociedad.

A una semana de la temida Selectividad todo alumno de 2º de Bachillerato que quiera dejar de serlo se empieza a poner nervioso ante la perspectiva de un buen concentrado de exámenes en apenas tres días. Y claro, como en todas las asignaturas entra todo el temario, toca repasar las tres evaluaciones. Lo cual es bastante pesado, pero en algunos casos te da una visión más general de la asignatura.

Hoy, sin ir más lejos, estábamos haciendo en clase de Física unos ejercicios de gravitación, lo típico para preparar el examen, cuando no sé cómo ha surgido el tema de que si las órbitas que describen los cuerpos celestes son elípticas no era lógico que en los problemas supusiésemos que son circulares. Ante eso, el profesor nos ha dicho que, efectivamente, se trata de una elipse, pero que el cálculo de esas trayectorias se eliminó del temario hace tiempo. Una ligera decepción para los que realmente teníamos curiosidad, pero nos ha comentado brevemente el tema y nos hemos quedado satisfechos. Sin embargo, un poco más tarde hemos pasado a la cuestión de los campos eléctricos y, como desde hace unos días ya sabemos integrar, hemos acabado hablando del Teorema de Gauss, que hace unos meses nos saltamos porque, por un lado, aún no sabíamos qué era una integral, y por otro, porque de nuevo es algo que no está en los planes de estudio. Y ni con esas, porque las herramientas matemáticas que son necesarias para trabajar con ese teorema ni siquiera aparecen mencionadas en el temario de 2º.

Contemplar cómo el nivel de asignaturas tan importantes para los futuros científicos o ingenieros como la Física y las Matemáticas no hace más que bajar es desolador. Y si al menos estuviesen ambos niveles compensados, pues no se notaría tanto la diferencia. Pero es que ya desde el curso pasado he necesitado conocimientos sobre cálculo diferencial e integral para poder comprender correctamente ciertos temas, y es bastante inconsecuente que esto se vea en un curso superior cuando hace poco más de 20 años se daba en 3º de BUP (el 1º de Bachillerato actual).

Quiero creer que la formación perdida durante los años de Educación Secundaria se acaba recuperando en la Universidad, pero personalmente preferiría que el puente por el que cruzo el Ebro estuviese diseñado por alguien que tenga una base técnica lo suficientemente sólida. Aunque si la respuesta oficial ante cualquier pregunta que se aleje del temario es “Es que eso no puedo explicároslo”, no sé yo si en unos años no haría mejor construyendo mi propia barca cuando quiera llegar a la otra orilla.


nov 13 2011

The GAG Quartet – le Internet Medley

Simplemente épico

Ya sabéis que no soy especialmente aficionado a postear vídeos, pero las pocas ocasiones en que lo hago es porque lo merece. Y este vídeo se lo ha ganado.

Compuesto e interpretado por tres músicos con mucho tiempo libre y un serio problema de adicción a la Red, esta pieza contiene más de 40 memes de Internet, algunos de ellos con solera (Gary Brolsma (el Numa Numa Guy) o “la chica del puerro”, que como ya sabemos se trata de Loituma), o que han dejado una huella realmente profunda (el simpático Nyan Cat, los populares rage comics, el keyboard cat).

Por otro lado, aunque sin alejarme mucho del tema, cada vez se me hace más evidente que estos memes, además de ser meros iconos del humor en Internet, lo que están consiguiendo es unir, en muchos aspectos, a los usuarios.

Frente a los ya plenamente integrados emoticonos (rara es la conversación por chat en la que no aparece un :) o cualquier otro smiley), los memes son empleados por un colectivo más reducido de gente mayoritariamente joven. Personalmente, conozco septuagenarios que ponen emoticonos en sus SMS, pero a partir de cierta edad rara vez se emplean memes para transmitir emociones.

Quizá en 20-30 años todos estos símbolos formen parte de la cultura popular del mismo modo en que en nuestra época seguimos escuchando los viejos vinilos. Pero lo que está claro es que fenómenos como el trollface o los LOLcats están marcando una época y una generación. Y, como ya empieza a oírse por ahí, es probable que este vídeo acabe convirtiéndose ¡en el “himno nacional” de Youtube!

Y estos ya empiezan a estar pasados de moda...


oct 14 2011

Sobre música y otros sonidos

Jotas, aportando decencia a las fiestas del Pilar desde tiempos inmemoriales.

En este preciso momento gran parte de la gente joven de Zaragoza se encuentra en el momento “estelar” de las Fiestas del Pilar: el concierto de Juan Mangas, un personajillo de cuya existencia me enteré hace un par de semanas. No obstante, casi todo el mundo lo conocía, a pesar de tener un artículo de Wikipedia bastante sucinto.

No voy a hablaros acerca del compás de cuatro por cuatro de sus composiciones, ni de su virtuosismo al teclado (del Mac de turno, se entiende). Principalmente, porque no ganaría nada haciéndolo, y no conozco la música que hace lo suficientemente bien como para poder escribir acerca de ello. Como podréis imaginar, el suyo no es un género que me resulte apasionante; prefiero otros estilos. Y de estilos y gustos musicales va la cosa.

Los que me leéis desde hace un tiempo sabréis que el tipo de música que escucho no es precisamente convencional. Para que os hagáis una idea, mi MP4 cuenta con contenidos tan variados como polkas finlandesas, versiones con letra friki de bandas sonoras, synth pop de los 80, música clásica, canto gregoriano mezclado con electrónica… digamos que no es lo habitual. Vamos, que desde mi posición no puedo valorar objetivamente la música comercial de hoy en día, ya que nunca la escucho.

Sin embargo, el otro día acabé en un macroconcierto de la cadena de radio Máxima FM en el que se encontraba media Zaragoza. Evidentemente, al igual que otras muchas personas, no estaba allí por la música, pero no pude evitar escucharla. Si os soy sincero, me desagradó bastante. Esto es sólo una opinión, por lo que no debe ser tomada como nada más que eso, pero lo cierto es que no le encuentro ningún atractivo a este género musical (si no me equivoco, es el dance): en vez de basarse en una sucesión de notas, está compuesto por variaciones de volumen y la alternancia entre pitidos destrozatímpanos y graves que hacen pensar en el estallido de una bomba. Pero lo respeto, ya que sé que, aunque aún no la he escuchado, ha de existir alguna ¿canción? ¿composición? de este estilo que, si bien no se convertirá en una de mis favoritas, me agradará (o al menos no me desgradará, que tratándose de mí no es poco).

“Todo esto es muy bonito, pero no sé a dónde quieres ir a parar”, estaréis pensando. Pues bien, esto viene a que el otro día, hablando de música, oí una frase de esas que silencian las conversaciones de alrededor. De las que hacen que, por unos instantes, seas incapaz de ofrecer una contestación coherente. En definitiva, una de esas frases que te hacen dudar de si se trata de una broma: “la música de ahora es la mejor de todas, y todo lo de antes es mucho peor”. Sí, iba en serio.

De acuerdo, éste es un caso bastante extremo de difícil tratamiento, pero eso no quita que haya mucha gente que únicamente escuche música de hoy en día. Realmente, el problema no es que se escuche lo de hoy en día (evidentemente, eso es necesario para que se innove), sino que no se escuche lo que había antes del chuntachunta. Esto no me mosquearía tanto si se tratase meramente de una cuestión de gustos, pero lo cierto es que la mayoría de la gente de mi edad escucha lo que escucha porque sus amigos también lo hacen, y así será hasta que se forme un círculo vicioso en el que todo el mundo escuche lo mismo, pero a nadie le guste. Pero como lo que está asociado con este tipo de música siempre va a existir, al final acabará convirtiéndose en música de acompañamiento, y la canción dejará de ser un fin para pasar a ser un medio con el que amenizar la ingesta de grandes dosis de alcohol cada fin de semana y fiesta de guardar.


jun 4 2011

Con ganas de terminar 1º de Bachillerato

Si tuviese que definir con un solo adjetivo el curso que estoy acabando, elegiría “tedioso”. A pesar de la supuesta dificultad del Bachillerato (que no es tal; simplemente hay que estudiar a diario y casi ni eso), este último año ha sido de los más aburridos que recuerdo. La verdad es que no hay un único motivo, sino que se debe a varios factores.

Por un lado, el curso está orientado al repaso general de todo lo que se ha visto durante la ESO, lo cual es muy útil para gente que tenga lagunas en sus conocimientos. Pero entonces, ¿qué hacen los que tienen únicamente charcos? ¿Atender a explicaciones que llevamos escuchando desde hace dos años? Quizá al principio sí. Pero cuando llevas más de 5 meses (hablo en términos generales, esto es más marcado en unas asignaturas que en otras) recordando conceptos “olvidados”, el interés se esfuma. Y justo cuando empieza la acción, el curso se acaba.

También cuenta mucho el modo en que se enfoca la asignatura. Pongamos el ejemplo de Matemáticas: una materia que puede resultar apasionante (de acuerdo, quizá para algunos no lo sea, pero la culpa no es suya) se convierte en cuatro horas semanales de ejercicios repetitivos, y ya. Precisamente hoy era la sesión de clausura del Taller de Talento Matemático, y el ponente ha realizado una presentación acerca de la Historia de las Matemáticas: he aprendido más en esos 60 minutos que en dos semanas de clase. Lo admito, es necesario saberse la teoría para poder realizar la práctica, pero el problema es que no hay práctica. Porque, en realidad, los “problemas” que se hacen no son nada problemáticos: son meros ejercicios camuflados. En Geometría quiero sangakus, no calcular chorromil veces lo que mide la sombra de un edificio.

Y esto es ya más personal, pero yo echo de menos la asignatura de Tecnología, una de las pocas en las que se puede tener cierta creatividad. Este curso, estirando mucho, se podría salvar Lengua gracias a los comentarios de texto en los que un servidor puede despotricar un poco más. Pero lo que es cierto es que la creatividad está muy olvidada (aún no la he visto, pero mucha gente me ha recomendado esta charla TED sobre el tema).

Ahora que tengo mi horario encima de la mesa, estoy viendo que en muchas asignaturas pinto poco:

  • Inglés: no sé ni por qué voy. Año tras año se dan los mismos tiempos verbales. Realmente, es mi clase de lectura.
  • Francés: de entrada, la programación de la asignatura está pensada como un repaso de la ESO. ¿Estudiar? ¡Ja!
  • Filosofía: qué se le va a hacer, no me atrae especialmente estar 9 meses aprendiendo memorizando diversas teorías políticas.

Por suerte me queda Dibujo Técnico, mi preferida de este año. No permite una gran expresividad, pero la verdad es que se agradece poder dibujar un rato. Comparado con otras como Filosofía es una auténtica liberación.

En fin, ya queda menos para el verano, y no tanto para 2º de Bachillerato. Parece que promete un poco más: las Mates son más entretenidas, tendré Electrotecnia, Física será sólo Física y no “Física y Química” (aunque, ahora que no me oye nadie, tengo que admitir que le he acabado cogiendo cierto cariño), me quito Francés y Ciencias del Mundo…

Seguiremos informando.