nov 26 2013

Varios(n+1)

Hasta hace unos instantes me encontraba estudiando Mecánica con más fuerza de voluntad que ilusión, pero ha llegado un momento en el que me he saturado (expresión que he empleado siempre pero a la que desde hace poco, por deformación profesional, encuentro otro significado), he mirado a mi alrededor y tan sólo he visto una mesa repleta de papeles, libros y proyectos, además de una olvidada taza de té. Ahora podría seguir disertando sobre el posible significado de la taza abandonada, o de los esporádicos brotes de esa emoción a caballo entre la melancolía y el tedio que en ocasiones le asalta a uno cuando lleva demasiadas horas seguidas estudiando algo que no le gusta. Pero no, hoy no es ese día (¡En este día lucharemos!). Hoy es el día en que os cuento, o simplemente pongo por escrito si el “os” es un “me”, algunas cosillas en las que he estado invirtiendo mi tiempo últimamente.

¿Habéis visto qué chulos me quedan los trabajos con LaTeX? ;)

¿Habéis visto qué chulos me quedan los trabajos con LaTeX? ;)

Principalmente, la carrera. No soy el único de mi curso para el que ya desde hace algún tiempo los fines de semana han dejado de tener sentido, pues son días normales pero sin clase. No estoy seguro de hasta qué punto mi ingeniería es difícil, pues la respuesta sería muy subjetiva ya que la estaría comparando con Bachillerato, y son cosas muy diferentes. Probablemente sea, en proporción, bastante más complicado lo que estoy dando ahora que lo que daba hace un par de años, pero al ser cosas que me interesan más que las de entonces (léase Filosofía) el mal es menor. De todos modos, académicamente mi grado no es emocionante ni mucho menos, al menos hasta ahora. De entre las 10 asignaturas que he cursado y las 5 en las que ahora estoy matriculado tan sólo me han interesado Informática, Fundamentos de Electrónica y Señales y Sistemas, y algo menos Física II. No digo que el resto no me hayan gustado (aunque alguna ha pasado o pasará sin pena ni gloria), pero me resultan bastante engorrosas, pues me quitan el tiempo para estudiar las que sí me motivan. Es definitiva, nada nuevo bajo el sol: desde que tengo uso de razón los cursos se han organizado de esa manera, y no parece que vaya a cambiar la cosa por el momento.

Howard Shore – Concerning Hobbits

Por otro lado, este año voy a clase por las tardes, lo cual tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Como ventaja principal tal vez pondría el poder tener las noches libres y no tener que madrugar (aunque duerma el mismo número de horas me cuesta mucho más levantarme a las 8 que a las 11), y como inconveniente la alteración total y absoluta de mis ritmos circadianos. Pero esto me ha permitido hacer algo que el año pasado casi olvidé: leer. Si hace un año a estas alturas de curso había leído dos o tres libros, éste puede que lleve unos quince. ¡Y alguno muy bueno, además! Como mañana pretendía despertarme a una hora decente tan sólo nombraré algunos de ellos, a saber:

  • The Leage Of Extraordinary Gentlemen, de Alan Moore. No pensaba empezar con éste, pero como es el último que terminé ha sido el primero que me ha venido a la cabeza. Ha sido una relectura, lo que me ha permitido poder apreciar los dibujos con más detalle, la verdad es que algunas ilustraciones son realmente impresionantes.
  • Brooklyn Follies, de Paul Auster. Creo que también he leído algún otro libro de este hombre últimamente, pero como es mi tía la que me provee de ellos y se los devuelvo al terminarlos no recuerdo cuál fue. Me gustó mucho, es lo más alegre escrito por Auster que he leído hasta la fecha.
  • El Perfume, de Patrick Süskind. Me lo regaló Paula para el Día del Libro, y me encantó: el retrato que hace el autor de Jean-Baptiste Grenouille es en algunos momentos francamente inquietante.
  • La mecánica del corazón, de Mathias Malzieu. También me lo regaló Paula, e igualmente no me defraudó. Aunque por el aspecto parece dirigido a un público infantil no lo es realmente; me suena que alguien lo definió como “un cuento para adultos”. Narra la historia de un muchacho que nace con un corazón dañado, por lo que le pusieron un reloj de madera para que pudiera vivir. Muy recomendable.
  • El huevo de oro, de Donna Leon. ¡También me lo regaló Paula! Pero esta vez por mi cumpleaños :) Es la primera novela que leo de Leon, no la conocía. Se trata de una historia de la serie de su, por lo visto, popular detective Brunetti. Me pareció muy curioso el estilo, algo sombrío e indirecto. ¡Tengo ganas de leer otro de la colección para poder opinar mejor!
  • American Gods, de Neil Gaiman. Fue el último libro que abrí el curso pasado, y quedó abandonado a mitad del segundo capítulo por lo que he comentado unas líneas más arriba. No obstante, lo retomé hace unas semanas y esta vez lo devoré. No sabría cómo definirlo, es sin duda uno de esos libros llenos de referencias que no entiendes hasta que lo vuelves a leer unos años más tarde. Lo recomiendo sin dudar.

Y algún que otro título más. Pero sí, poder leer tranquilamente es una de las cosas que más agradezco de ir de tardes, el año pasado llegué a pensar que se me iba a ir la afición por la lectura. Aunque por lo que parece, ¡siguen intactas! Para terminar con este apartado bibliófilo anoto aquí (y aprovecho para hacerlo en mi libro de citas) una cita de Juan Ramón Jiménez, que es la que abre Fahrenheit 451:

Si os dan papel pautado, escribid por el otro lado. 

Otra cosa en la que he estado trabajando (aunque en las últimas dos semanas apenas lo he tocado) es un viejo proyecto de hace un año y medio que abandoné porque era demasiado grande para mí. Llegué a hacer algún progreso, pero al final la cosa quedó en agua de borrajas. Por algún motivo me dio por desempolvarlo (literalmente), y al cabo de unos días lo tenía ya bastante avanzado. ¿Que qué es? Básicamente, un pequeño dispositivo con pantalla LCD, ranura para tarjetas SD y conector de teclado PS2 que permite escribir notas de texto en ficheros txt. La idea la tuve en 2º de Bachillerato, a raíz de las monótonas horas de copiar apuntes que como resultado daban un fajo de hojas prácticamente ilegibles. En este momento puedo ya abrir y editar archivos, y a falta de unificar código y solucionar unas misteriosas pérdidas de memoria prácticamente está listo para soldar conectores a una placa, barnizar la caja de madera que compré en su día y adaptarla para meterlo todo dentro.

Le das glucosa y él te da... esto.

A finales de octubre o comienzos de noviembre tuve la idea (no fui el primero, pero sí el que llegó más lejos) de hacer una impresora (Hamachine la llamo) que imprimiera con Hama Beads, unos pequeños tubitos que se disponen en una plancha a modo de píxeles y que posteriormente se planchan (valga la redundancia) para crear dibujos de plástico realmente chulos. Por desgracia me quedé atascado ya que no encontré ningún tubo con diámetro interior de 2.75mm, el necesario para que pasen las “bolitas” correctamente. El siguiente vídeo corresponde al estado actual de la máquina, aunque conforme iba montándola fui haciendo mejoras en mi cabeza y llegados a este punto la razón me dice que debería desmontarla, pero impone demasiado y le he cogido demasiado cariño como para hacerlo. ¡No en vano es la primera vez que fusiono Lego con Arduino, y con un éxisto bastante aceptable!

Ah, y a modo de recordatorio personal (para que si vuelvo a leer estas líneas retome el proyecto con la misma ilusión): hace unos días tuve una sucesión de ideas que me ha hecho volver al mundo de la impresión 3D, si todo va bien mi presupuesto empezará a hacerse insuficiente dentro de unas semanas :D

Total, que se me ha vuelto a hacer tarde… Pero bueno, el objetivo principal de esta entrada que era escribir (como fin) está cumplido, y con creces porque me he quedado con ganas de seguir dándole a la tecla… Esperemos


sep 4 2012

En otro orden de cosas

Hacía tiempo que no me pasaba por aquí, a pesar de haber terminado ya la segunda entrega de “Viaje a USA”. Pero como me falta por decidir qué fotos pondré, creo que esperaré un poco y los lanzaré en fascículos, sincronizándome con las clásicas colecciones de sacacorchos o de servilletas bordadas con que suelen bombardearnos desde el primer día de este mes.

En fin, como otras veces, me ha ocurrido que he retrasado demasiado otras entradas y al final he acabado sin inspiración para ellas, pero ha sido por pereza trabajo. Así que éste va a ser un pequeño batiburrillo de diversas cosas pendientes que tenía que contaros.

Alucinante.

Por un lado, el tema de la impresora 3D: ¡¡HOY HA IMPRIMIDO POR PRIMERA VEZ!! (Momento de hiperventilación) Así es, hoy hemos pasado unas cuantas horas parte del equipo trabajando en la RepRap y a última hora de la tarde nos ha obsequiado con un montón de piezas de una calidad brutal para la poca precisión que esperábamos. Todavía nos quedan por calibrar algunas cosillas , así como montarla de forma definitiva (hay montañas de cable rodeándola), pero en principio está terminada. Lo único restante sería aprender a emplear el software, algo que esperamos poder hacer en la OSHWCon en unos días. Con que fuese tan sólo la mitad de productiva que la del año pasado el viaje valdría igualmente la pena.

Más cosas. Como la Universidad, por ejemplo. En efecto, dentro de dos semanas estaré entrando en mi edifico (el Torres Quevedo, algún día os hablaré sobre el hombre que le da nombre…) como estudiante y no como mero visitante. Y, cómo no, la carrera elegida ha sido Electrónica. O, dicho con propiedad (que ahora somos muy fisnos), “Grado en Ingeniería Electrónica y Automática”. Si os soy sincero, tengo bastantes ganas de empezar. No de que acabe el verano, que es diferente. Pero sí que siento cierta curiosidad por ver cómo será aquello, por conocer a mis nuevos compañeros de clase, por estudiar (mayoritariamente, es un decir) lo que me gusta. Es más, tengo el presentimiento desde finales del curso pasado de que este año me lo voy a pasar bien, académicamente hablando. Y no-académicamente hablando también, espero. Pero, como digo, aún quedan unos días y no es plan de adelantar acontecimientos, que en el (dicen) verano más largo de mi vida se está muy bien.

En cuanto al blog, tengo la intención de escribir este curso más que los dos anteriores. La verdad sea dicha, no estoy seguro de si eso va a poder ser, pero considerando que el año pasado el 70% del tiempo de estudio lo dedicaba a las asignaturas de Letras y este año no voy a tener ninguna  me parece que podré sacar algo más de tiempo para desarrollar mi vena literaria. Además, quiero comentaros algunos libros muy interesantes que me he leído en los últimos meses. Otra cosa no, pero este verano está siendo muy productivo en lo que a lectura se refiere: os adelanto que en Estados Unidos me hice con 16kg de libros, lo que unido al flamante Kindle que recibí por mi cumpleaños ha hecho que se me salgan las letras por las orejas. De hecho, y permitidme que lo considere un logro personal, terminé hace poco “La Regenta”, de Leopoldo Alas «Clarín». Es más, ¡me enganchó! Está muy bien, aunque hay que leerlo con diccionario al lado. Para eso el libro electrónico es bastante cómodo, ya que clicas en una palabra y te muestra su definición…

En fin. También comentaros, o comentarme, o dejar escrito aquí para la memoria (mía, por supuesto) que estoy haciendo mis primeros pinitos con control remoto: anoche terminé un pequeño aparato controlado por Bluetooth con el que abría o cerraba un relé que permitía a mi hermano navegar o no por Internet. Os podréis imaginar que la escena acabó en gritos. Ahora quiero darle un buen uso al ingenio y probar a hacer algo de domótica, siempre me ha interesado pero nunca antes me he puesto a ello… Alguna vez tocará, supongo. Aprovecho este incidente para enunciar mi teoría-corolario sobre las ideas:

La necesidad es la madre de la invención, y tocar las narices el padre.

Estoy seguro de que es completamente cierto: incordiar suele ser, en mi caso y en el de otros muchos, un buen acicate para probar cosas nuevas. Lo cual explicaría que la mitad de las cosas que tengo montadas en mi “armario de los inventos” sirvan para minar la moral de personal de alguna u otra manera. Pero como -o eso me interesa que se piense- soy alguien bastante apacible, no seguiré dando detalles, o quizá alguien se me adelante en alguna de las cosas que tengo en la cabeza y me salga el tiro por la culata.

Finalmente, y así ya termino de registrar todo (por suerte para vuestra salud mental, tan sólo es una parte) lo que tenía estos días por la cabeza, aprovecho para comentaros que he retomado la armónica y que poco a poco voy mejorando, así que quién sabe si en algún momento lejano me encontraréis en una esquina haciendo gala de mi fantástico oído. Y ya para terminar, también me compré en USA una plumilla caligráfica Speedball, y también estoy haciendo progresos. En cuanto logre hacer algo decente os lo enseñaré por aquí.

Y creo que eso es todo lo que quería contaros. Esto es como las series de televisión: de vez en cuando toca un capítulo de fragmentos de anteriores programas porque los guionistas no tienen ideas para continuar con la trama. Aquí os deleito con párrafos inconexos para compensar la falta de algo mejor. Pero no os preocupéis (o mejor, hacedlo), que quiero ponerme en serio con las entradas de USA antes de empezar el cole…


jun 26 2012

Arduino Barcamp

And it's free!

Este 6 y 7 de julio se celebra en Zaragoza (concretamente en el edificio del Seminario) uno de los mayores eventos sobre Arduino del año: con capacidad para más de 400 personas y la asistencia de figuras tan emblemáticas en el mundillo del hardware libre como David Cuartielles o los chicos de Clone Wars, la Barcamp pinta francamente bien. Si estáis interesados, en la página oficial de Arduteka tenéis las instrucciones para inscribiros.

Yo estaré por ahí con mi Osciloduino y, si está acabada, también con mi RepRap! Amén de toneladas de cachivaches con los que cacharrear, por supuesto.


ene 31 2012

Hablemos de tuercas: nuestro blog de la RepRap

Faltan dos del equipo; ¡necesitamos una foto de familia!

El año pasado decía por aquí que había logrado, por fin, mi sueño de montar un club de robótica en el colegio. Si bien no es estrictamente robótica lo que hacemos, se le parece bastante, pues nos encontramos inmersos en la construcción de una impresora 3D RepRap Mendel Prusa. Aunque llevamos ya varias quedadas en las que no hemos hecho más que hablar de lo que habría que hacer, hace 3 semanas comenzaron a llegar las piezas poco a poco, y ya hemos quedado un par de tardes a montarla. Para que nuestras madres piensen que no malgastamos demasiado el tiempo, hemos creado un blog en el que documentamos los progresos que vamos haciendo.

Dicho esto, el blog es éste:  ¿Pero las impresoras no imprimían en papel?

La verdad es que yo tengo muchas esperanzas puestas en este proyecto, ya que podría ser el desencadenante de un verdadero club en mi colegio. Pero eso es otra historia, y merece ser contada en otra ocasión.