Sanguina
Hoy, al ser las fiestas de mi colegio, hemos hecho talleres después del recreo. Se podía elegir entre varios (yo prefería Informática) pero, al tener preferencia los de 4º de la ESO, he acabado en Pintura.
Hemos estado dibujando con un extraño material, de esos que usaba Da Vinci, llamado sanguina (un óxido de hierro). Me ha salido este bodegón:
Todavía no tiene nombre, pero…
Esto de los exámenes tiene unos efectos un poco extraños en mí: la creatividad aumenta proporcionalmente al tiempo que debería estudiar. El caso es que, el otro día, tuve una idea para hacer una máquina, de esas que son viables pero necesitan un mecenas (o un carpintero).
Sería un poco complicado ponerle nombre, así que me limito a poner los planos de esta “versión mejorada” (“mejorada” porque he suprimido 5/7 de todos los engranajes del anterior ingenio).
Adaptado a Flash, con script cogido de Cristalab:
Ale, ahora pensad para qué puede servir.
Por cierto, se nota el aumento de espacio útil para los posts: ya caben los flash
Me aburría…
Inventos varios
Estos días se me han ocurrido cosas un poco raras…
El lunes el entrenador me prohibió llevar pantalón con bolsillos (según él, meto las manos mucho en ellos y da una sensación de que no hago nada y bla bla bla…). Me dio dos opciones: o comprar unos pantalones sin bolsillos, o coser los de otro.
Era el miércoles, y yo seguía sin tener pantalones sin bolsillos. Así que cogí un pantalón de chándal, 2 gomas y di muchas vueltas a cada bolsillo, por dentro. Acabé pareciendo un payaso, eso sin decir que los bolsillos parecían haber sido succionados…
Ayer tuve examen de matemáticas. Me fue bastante bien, pero el problema lo tuve a primera , cuando caí en la cuenta de que no tenía ni regla ni compás. Lo de la regla fue fácil, ya lo había hecho un par de veces antes: cogí una hoja de papel cuadriculado, la doblé varias veces y, cada dos cuadrados, marcaba 1 cm.
Ya sólo me quedaba el compás, algo más difícil. Empecé cogiendo dos paquetes de pañuelos, unas tijeras y dos lápices afilados. De los paquetes de pañuelos quité los trocitos de celo que tiene para abrir y cerrar, los corté verticalmente y los uní, obteniendo dos fragmentos de unos 2 cm. cada uno. Pegué uno de los trozos de “celo” a un lápiz, y rodeé con él uno de los brazos de la tijera. Con el otro lápiz y celo hice lo mismo. Así tenía un compás de varillas medianamente decente, con el inconveniente de que se abría y cerraba todo el rato. Así que agarré una carpeta, le saqué la goma que tenía y la até en el eje de las tijeras. Este modelo de compás iba perfecto para trazar espirales…
Como no me servía demasiado, fabriqué otro. Éste se componía de un trocito de papel, una goma y un bolígrafo Pilot (de los antiguos, que tenían punta). Con el papel hice una figura como esta (perdón, está en Paint porque estoy en el ordenador de mi padre):
En el centro del “cuadrado” iba clavado el Pilot, que se sujetaba en la goma. Tomando el punto central del cuadrado como 0, conté centímetros como antes: cada 2 cuadrados, 1 cm. A la hora de hacer el círculo, se pinchaba con el boli la figura de papel, luego la hoja en la que se tenía que dibujar, y finalmente la goma. Para el desnivel (la goma mide 1 cm. de altura), utilicé un subrayador. Par trazar la circunferencia, se ponía un punto marcando el radio que se quería, y poco a poco se iban poniendo más puntitos, hasta completar el dibujo.
Pero, finalmente, me quedé con algo más sencillo (no creo que a la profesora le hubiera gustado ver agujeros verdes por toda la hoja): cogí la goma de la carpeta, le até en un extremo un lápiz, y a dibujar.
Al final no necesitamos compás… Aunque supongo que esto bien vale un positivo en Tecnología
¡Qué bonito es pi!
Una idea un tanto extraña que he tenido:
Siguiendo el mismo principio de las conchas de Nautilus (trazar cuartos de circunferencia que tengan radios de números que aparecen en la sucesión de Fibonacci), se me ha ocurrido hacer lo propio con π. Vamos, que ha quedado algo bastante raro. Pero tiene sus ventajas: ya me sé los primeros 15 dígitos (3’14159265358979)