ago 20 2008

La bodega, de Noah Gordon

Ayer por la noche me empecé este libro, y, para que veáis que engancha, me lo he acabado por la tarde.

La historia comienza en Francia con Josep Álvarez, un jornalero catalán que está cuidando unas vides. Al poco, se le acerca su patrón, que le comunica que su padre ha muerto. Josep se ve obligado a volver a España, de la que huyó por verse implicado en un complejo asunto relacionado con la política y la guerra carlista. Ya en España, vuelve a Santa Eulàlia, el pequeño pueblo en el que siempre vivió. Allí descubre que su hermano puso a la venta el terreno en el que su familia había cultivado vides durante generaciones, por lo que se ve obligado a comprársela a su hermano. Sorprendido por el deprimente uso que le dan en su pueblo al vino (venderlo para hacer vinagre barato) después de haber visto y producido el vino francés, decide cambiar el rumbo que tomará su terreno.

Es una novela muy buena, en la que hay buenas dosis de intriga y una buena documentación de la época (1870″Tilde”), junto con el proceso de elaboración del vino y las dificultades que éste acarrea.

Tiene semejanzas con “El último judío” (el protagonista debe huir o esconderse porque le están buscando en su país) y con “El médico” (aparecen personas con discapacidades que les impiden hacer algo que desean, pero las superan y consiguen lo que querían).

Lo curioso es que en inglés se llame “The bodega”, y no “The winery” o “The wine cellar”, pero es que, como dice Noah Gordon,

Este libro es mi carta de amor a un país. No descubrí las glorias del buen vino hasta que, siendo ya un hombre de mediana edad, empecé a viajar a España, donde pronto desarrollé un profundo afecto por la gente, su cultura y sus vinos.

Y, evidentemente, se refiere a España.

Más información, en la página web oficial del libro (con un inquietante sonido de fondo).


(Con un trozo en catalán)

Lo recomiendo de veras.


jun 17 2008

Y más cumpleaños

Como ya dije el otro día, Junio es para mí el mes de los cumpleaños: el domingo fue el mío y ayer el de mi madre (por eso no escribí). Sería bastante aburrido decir lo que me han regalado, así que voy a poner un par de fotos:


Aquí (como podéis comprobar) estoy yo, con un casco de latas (le pones dos latas de refresco, y a chupar), un rollo de papel higiénico con pasatiempos de brain training y… ¡LA WIFISETA! Tiene una pantallita con lucecitas que indican el nivel de Wifi que detecta.


Aquí hay:
-El libro de HUMANO, que llevaba mucho tiempo esperando (ya tengo la mitad de la colección “Los grandes de Alhambra”).
-El panel de la Wifiseta (con su cable y el reptor).
-Tres libros de experimentos (química, física…).
-El rollo de papel higiénico.
-El casco de latas.

Como dijo un amigo cuando le conté lo de la camiseta: “¡Qué friki!”


jun 15 2008

Oda al pedrusco

Tirado en una ladera,
en un campo
o en medio de la carretera.

Ahí está el pedrusco,
algo aburrido,
pero un poco chusco.

Es de color gris,
a veces de otro colores,
pero vosotros no lo percibís.

Pero cuando llega un niño,
le pega una patada,
y el pedrusco rueda con desaliño.

¿Cuando dejará de rodar el pedrusco,
bajando por la cuesta
en un viaje muy brusco?

Pero sigue dando vueltas,
debidas a las patadas de un niño,
que nunca podrán ser devueltas.

Entonces queda aburrido
otros tantos años,
en un campo aborrecido.

Pero igual el pedrusco,
en un arrebato de suerte,
vuelve a ser rodado por un niño etrusco.

En fin… Sé que estoy como una cabra, sobre todo después del regalo que me han hecho hoy (14 años): ¡la Wifiseta! Pero ya contaré por la tarde…

Y también un rollo de papel higiénico con pasatiempos :-)

Ah, por si a alguien le interesa, aquí hay un diccionario de rimas muy bueno.


jun 10 2008

La Materia Oscura (de Philip Pullman)


Resumen de “Luces del Norte”(La Brújula Dorada).

La continuación de este libro es “La Daga”, segundo tomo de “La Materia Oscura”. Este libro comienza con la huida de Will, un chico de Oxford (el equivalente a nuestro mundo), de un grupo de personas que intentan saber algo sobre el padre de Wil, un veterano explorador que se fue a una expedición al Ártico y nunca volvió. Escapando de ellos, deja a su madre (que tiene trastornos mentales) en la casa de una anciana, y él se va a encontrar algo que demuestre que su padre realmente existió.

De alguna manera, Will y Lyra (la protagonista de Luces del Norte) se encuentran en un mundo, lo que hará que empiece su (larga) aventura.

Del tercer libro (El Catalejo Lacado), como es evidente, no voy a hacer resumen, ya que entonces desvelaría todo lo del primero. Tan sólo puedo decir que es realmente bueno.

En conjunto, ésta es una de las mejores series de libros que me he leído nunca, puede que superando a Harry Potter.

Luego está el tema del posible anticatolicismo de la saga, pero para mí no tiene demasiada base ese argumento.

Le doy una calificación de… ¡9’9!


may 21 2008

Elegía al mosquito

Otro trabajo de Lengua:

Oh, fastidioso mosquito,
con tu pequeño aguijón,
En mí haces un agujerito,
¿serás tontorrón?

Mi sangre succionas
mientras tus bacterias me contaminan,
y tu aparato digestivo accionas,
tus gérmenes mis defensas minan.

Después te marchaste
y un grano me salió.
Como me picaste,
mi ira aumentó.

Yo te perseguí,
con el insecticida en la mano,
al final te cogí,
y te espachurré sobre el suelo llano.

¡Viva aután!
¡Que suenen las campanas de San Juan!

Bueno, no es gran cosa pero es decente…

Un amigo va a hacer la “Oda a la piedra”. Creatividad que no falte.


may 12 2008

Redacción: sorpresa

Esto es un ejercicio que nos mandaron en Lengua: narración, diálogo y descripción. Pero yo fui un poco burro, y:

Él había llegado a su casa, después de 8 años de ausencia. Curiosamente, todo el pueblo parecía más tranquilo de lo habitual. No había ninguna luz encendida en toda la calle, y ni siquiera se oían perros en las fincas. Pero él no se dio cuenta, en parte porque quería llegar pronto a casa y en parte porque estaba muy cansado. Caminando, fue acercándose a una parcela en la que se veía un edificio grande de dos plantas y entró. Entonces sí se dio cuenta de que pasaba algo raro: la mayoría de árboles aparecían quemados, al igual que el césped. No quedaba ninguna herramienta en el cobertizo, y habían desaparecido todas las bicicletas y patines, aunque sí se podían ver las motos que, encadenadas a las farolas, no se habían podido robar. Aterrado, se fijó en que la fachada de su casa, siempre limpia, estaba ahora llena de graffitis y pintadas. La puerta de entrada parecía rota y astillada, como si la hubiesen reparado desde dentro. Lentamente, fue metiendo la llave en la cerradura y abrió. Se encontró el recibidor oscuro y sucio, con trazas de que hacía mucho que no se limpiaba. De repente, se ilusionó al ver que en el salón ardía un fuego en la chimenea, y se acercó. Dentro estaban sus padres y hermanos, algunos armados con fusiles, apuntándole a la cara. Súbitamente, le reconocieron y les cambió la expresión. Se repusieron todos rápidamente y comenzaron a hacerse preguntas:

-Padre, ¿qué ha ocurrido?

-Por el amor de Dios, mejor no preguntes. Sólo debes saber que es algo horrible.

-¿Acaso ha habido algún incendio?

-Sí, pero no sólo uno… Y más cosas. Cosas malas.

- ¿Por qué ha pasado todo esto? Todo parece abandonado.

-Hijo, mañana -se calló, dejando oír un ruido de armas de fuego en el exterior- te lo contaré todo. Ahora ve a descansar.

-Necesito saberlo, ¿QUÉ HA PASADO?

-De acuerdo, vayamos a la montaña. Allí está el origen del mal.

Se acercaron con el coche padre e hijo a una loma, y siguieron ascendiendo hasta la cima del monte. Allí pudieron ver un espectáculo sobrecogedor. Centenares de haces de luz iluminándolo todo, docenas de edificios de metal y vidrio, calles llenas de lujosos coches, y disparos, muchos disparos. Se podían ver a muchas personas, todas alegres y eufóricas, aunque ebrias o drogadas. Todo parecía aterrador, era una ciudad del mal, en la que había casinos, bancos y hoteles, custodiados por mafias y delincuentes. Pero lo más monstruoso estaba más arriba, sobre las montañas. Unas letras enormes, brillantes, amenazadoras, de varias decenas de metros de altura, vigilaban el paisaje. Esas letras eran GRAN SCALA.