ene 2 2015

¡Feliz año maker!

Hace mucho (demasiado, ha pasado más de un año) que no escribía aquí. Lo he intentado más de una vez, pero quería contar tantas cosas y he perdido tanto la costumbre de hacerlo que todos mis borradores se han quedado en eso, en borradores. Y como me resulta más fácil escribir sobre mis proyectos e inventos, voy a empezar por ahí. Allá va un resumen de mi último año y medio maker, ¡espero que sirva para calentar los motores del blog!

En una de las últimas entradas que publiqué dije de pasada que igual volvía a la impresión 3D. Y así ha sido: a comienzos del curso pasado nos juntamos ocho compañeros de clase y decidimos montarnos cada uno una impresora 3D (una P3Steel, concretamente). La búsqueda de piezas se hizo eterna (se asemejó mucho a un parto: duró algo más de 9 meses), pero conseguimos materiales de buena calidad y a un precio más que decente. El hotend es un LeoNozzle, la electrónica una SAV MkI, y el chasis es de acero inoxidable (que yo pulí para hacerlo brillar). Actualmente está montada, lista para imprimir, pero a la espera de que le construya una caja que pueda albergar el rollo de plástico y los cables. Las imágenes más recientes que tengo de ella son las de este vine, en el que muestro cómo la conecté a MATLAB para identificar el sistema del hotend (pues hay que calibrarlo, y decidí hacerlo en condiciones):

Como la caja que tengo en mente es algo compleja, no creo que la tenga terminada antes de dos meses. Pero aun así espero no demorarme mucho, ya que la necesito para terminar algún otro proyecto para el que me hacen falta piezas impresas.

Un poco steampunk, como a mí me gusta :)

Un poco steampunk, como a mí me gusta :)

Una de esas ideas para las que “necesito” la impresora (podría pasar sin ella, pero me facilitaría mucho la labor) es experimentar con la electrodeposición, una técnica que permite dar un baño de ciertos metales a piezas no necesariamente metálicas. De momento he hecho pruebas con sulfato de cobre y los resultados son muy alentadores. Todavía no controlo demasiado bien los tiempos ni las intensidades, pero ahora que he terminado de montar mi laboratorio creo que no me costará avanzar demasiado. ¡Sí, mi laboratorio! Cada vez que necesitaba utilizar fuentes de alimentación u osciloscopio normalmente mi mesa acababa inutilizable durante una buena temporada, por lo que este verano me decidí a construirme un espacio en condiciones en un cuarto poco utilizado de casa de mis abuelos (como viven en el piso de arriba, no suele darme pereza subir los 15 peldaños). A lo largo de esta última semana he terminado de pasar los últimos cables, y a falta de un fluorescente, ya está acabado:

La idea es que normalmente no esté tan despejado... Mwhahaha!

La idea es que normalmente no esté tan despejado… Mwhahaha!

A la cajita de abajo a la derecha llegan las entradas y salidas de los aparatos de la balda superior. Lo hice así para no tener los cables volando por toda la mesa, y es muy muy cómodo. Por cierto, la estantería es el primer mueble que construyo, estoy  muy contento con el resultado :D Siguiendo con el tema de los muebles, hace unos meses me di cuenta de que el armarito en el que guardaba mis componentes electrónicos se estaba quedando pequeño, así que compramos en IKEA un armario más grande al que di un toque sofisticado (alta tecnología, sin duda) poniendo una tira de LED que se enciende al abrir la puerta.

También hablé aquí acerca de un pequeño editor de archivos basado en Arduino, al cual bauticé como blocporc. Con motivo del #biicontest2014 le di el empujón final que necesitaba y me presenté al concurso, ¡quedando en 2º lugar! Fue toda una sorpresa, pues había mucho nivel :D Aquí os dejo un vídeo promocional que grabé para darlo a conocer (no apto para los que tengan propensión a la vergüenza ajena):

También me ha dado por la iluminación: después de verano estuve experimentando con LEDs y metacrilato, y de eso salió una cajita bastante maja que, si bien no se aprecia, no emite nada de luz directa:

¡Se enciende sola en cuanto se abre!

¡Se enciende sola en cuanto se abre!

Y también en esa línea un poco más estética he estado últimamente trabajando en sensores e interruptores capacitivos: creo que hay muchos objetos que ganarían mucho sin botones mecánicos, y he hecho bastantes progresos (de momento teóricos, aunque espero que pronto den sus frutos). Es fascinante el potencial que tiene la idea de “condensador”, y lo fácil que resulta obtener resultados impresionantes: en unas pruebas que hice el curso pasado llegué a medir el nivel de líquido en un vaso sin contacto, algo que todavía tiene que madurar un poco pero que promete.

A mí me gusta mucho la madera, aunque todavía tengo pendiente aprender a tallarla en condiciones. Es probable que cuando termine la impresora 3D le ponga un adaptador para poder hacer grabados con ayuda de una Dremel, pero hasta entonces estoy limitado por mi pulso (lo cual depende de los cafés que lleve). Aún no sé hacer dibujos muy complejos, pero sí se transferirlos del ordenador a la tabla: utilizando una impresora láser y acetona se pueden hacer maravillas:

Caja con combinación. ¡El diseño es mío!

Caja con combinación. ¡El diseño es mío!

Casi olvidaba el Resistómetro, un medidor de resistencias orientado a laboratorios que informa de su valor comercial además del real (muy útil para clasificar). Está terminado, pero le falta algo de código para que sea estable. Supongo que la próxima vez que decida poner orden lo terminaré. Lo más interesante de este proyecto tal vez sea la parte de electrónica analógica, con la que aprendí mucho. El aspecto exterior es muy, muy mejorable pero buscaba ante todo facilidad de uso:

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He hecho alguna cosilla más en los últimos meses, como el circuito de control de una impresora mecánica de hace medio siglo (lástima que no tenga vídeos, por su tamaño resulta un poco amenazadora), o un -proyecto de- refrigerador empleando una célula Peltier. Y también he escrito páginas y páginas (en papel, eso sí) sobre diversos inventos, así que aunque hoy me quedara sin ideas podría aguantar unos meses haciendo cosas… esperemos que no ocurra :)

¡Feliz año, y espero que hasta pronto!

 


mar 26 2011

Katamari!

Una peculiar aplicación de javascript recrea un videojuego japonés del 2004 en las páginas que queramos. El funcionamiento es sencillo: pincháis en el enlace, y le dais al “Start!”. Luego, clic derecho en cualquier parte de la página et… ¡voilà!

¡Clica aquí!


mar 12 2011

Premio don Bosco – OSciLO-duino

Los últimos siete días quizá hayan sido de los más frenéticos que he tenido en toda mi vida. Como ya sabéis (y si no, os lo comento ahora), estos pasados martes y miércoles estuve exponiendo mi OSciLO-duino en el Premio Nacional don Bosco, organizado por el colegio Salesianos de Zaragoza.

Podría haber sacado un ratito para escribir algo en el blog, diréis. Me habría gustado, pero lo cierto es que ha sido imposible: ayer empecé exámenes de evaluación. Os podréis imaginar cómo han sido mis últimas dos semanas: estudiando, terminando el proyecto, preparando la defensa… pero, como todo buen trabajo, se terminó el día de antes a las tantas de la madrugada (la cartelería con Abraham, y la parte técnica con Pepe).

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¿En qué consistió mi proyecto? Bueno, ya colgué hace unas semanas un vídeo comentando en qué consistiría la cosa, pero teniendo ahora en mis manos el prototipo final, lo que os conté hace mes y medio no le hace justicia. Por decirlo brevemente, OSciLO-duino es un osciloscopio de bajo coste (20±3€) que cualquiera con unos conocimientos mínimos puede ensamblar en su casa y que cuenta con unas mejoras fundamentales respecto a los otros osciloscopios “de aficionado” que existen por Internet, e incluso en el mercado: a diferencia de la mayoría, éste puede leer valores negativos, y no sólo eso, sino que lo hace por medio de una novedosa técnica, la rectificación de doble onda (que no es algo precisamente nuevo, pero a nadie se le había ocurrido implementar). Pero bueno, aún se puede mejorar bastante y, de hecho, cuando termine los exámenes y me desature de cables y circuitos nos pondremos manos a la obra con el OSciLO-duino V2.

El examen sobre el proyecto lo hice el martes a las 13:20, ante un tribunal compuesto por tres personas de la rama. Para estas cosas yo me suelo poner bastante nervioso, pero esta vez lo llevaba bien preparado, así que todavía no estaba hiperventilando. Sin embargo, al conectar el portátil al cañón de vídeo para poner el Powerpoint… no pasó nada. Imaginad cómo fue mudando mi expresión mientras probaba diversos métodos, sin resultado. Finalmente, puse la presentación en un modo algo rebuscado, sin poder pasar las diapositivas directamente (encima, en un programa antediluviano). Según Abraham, mi voz estaban tan tensa como mi cuerpo. Durante la tarde anterior, había estado ensayando con Pepe algunas preguntas que me podrían hacer, tales como “¿Por qué has empleado el operacional 3140 en vez el clásico 741?” o “¿No habría sido más cómodo utilizar un puente de diodos?”.
Sólo me preguntaron que cuántos años tenía [...]

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Por otro lado, igual de importante o más fue la exposición en sí: había un montón de proyectos que, aunque se me escapaban, merecían la pena (hay que tener en cuenta que este Premio es para Bachillerato y FP; está algo descompensado en ese sentido: a mi tierna edad, estaba participando con/contra gente de veintitantos años). Hubo varios que me llamaron la atención, como el de los chicos de Riojinux (fans de Jarre), un sistema operativo basado en Ubuntu preparado para funcionar en máquinas con pocos recursos; o el de tresdimension.es, un sistema que combinaba vídeo en 3D con sonido binaural (algo que no conocía, es realmente curioso: es un tipo especial de estéreo que es grabado tal y como lo oiría el oído humano, por medio de un micrófono en forma de cabeza). También me parecieron curiosos un proyecto que recogía todos los gestos faciales relacionados con determinadas emociones, algo muy útil para saber cuándo alguien miente, por ejemplo; y otro que, aunque me parece demasiado increíble (incluso a mí) para el nivel de 2º de Bachillerato, a la prensa la volvió loca: un cohete que lanzaron unos chavales para hacer un estudio de la espectrografía de la luz solar sin la influencia de la atmósfera (poderoso caballero es don Dinero). ¡Ah! Y un sistema mejor que cualquier ambientador o extractor que hicieron unos chicos eslovacos: cargaba eléctricamente las partículas de humo (o cualquier otro gas), y luego un electroimán a 20.000 voltios las eliminaba en 5 segundos.

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En cuanto a mi stand, lo tenía todo bien montado, pero al ser algo no muy impresionante, me pusieron al final de la sala. Sin embargo, para atraer público, utilicé estrategias comerciales: ¡ofrecer caramelos! La verdad es que sólo venían niños pequeños, que luego se paraban a preguntar a las chicas de al lado por su mochila, y dejaban a mi osciloscopio solo (al menos, una niña de unos 7-8 años tuvo la decencia de preguntar por la caja de puros, y luego aclarar que no le interesaba, que estaba allí por los caramelos).

Aunque no gané (¿no lo había dicho aún? Bueno, en este concurso no era mi meta principal), la verdad es que me lo pasé genial, conociendo a gente con intereses que no se ven mucho por estas tierras, y comiendo gratis un par de días.

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Y ya para terminar, supongo que tendré que dar las gracias a Pepe y a Abraham, y a los que han tenido que soportar mi cuarto sin recoger durante mes y pico (hasta ayer no se veía la alfombra, únicamente capas de papeles ordenados a mi manera).


nov 11 2010

Hackeando calculadoras Casio – I: programa de testeo

De acuerdo, esto no es realmente un hackeo, pero es algo muy curioso, y que es de utilidad para hacer algún trasteo: una pequeña aplicación oculta en todas las calculadoras Casio (al menos, en las actuales) que permite hacer pruebas de la pantalla, de las teclas y de la versión. El código de teclas que hay que introducir es el mismo para todos los modelos, si bien en calculadoras más antiguas no existe este programilla. De todos modos, la inmensa mayoría de calculadoras empleadas por los estudiantes pertenecen a la serie fx-82, en las que funciona perfectamente la aplicación. Lo único que tenemos que hacer es pulsar la tecla SHIFT y el número 7 y, manteniéndolos pulsados, encender la calculadora apretando ON. Todos los píxeles se teñirán de negro, no os preocupéis: de esta forma podéis comprobar si todos los puntos funcionan correctamente. Después sólo hay que seguir los pasos que he puesto en el siguiente Flash (varían muy levemente  según el modelo, yo lo he hecho para la fx-82ES), podéis verlo clicando aquí (no lo inserto en la entrada porque es bastante pesado).

En la séptima imagen he subrayado una línea de la pantalla, es la configuración interna de la calculadora. Veremos qué significa esto en entradas próximas.