dic 11 2009

Entrega de premios de A Navegar 10

Ayer fuimos Alfonso y yo a la entrega de premios del concurso de Educared (Fundación Telefónica) A Navegar 10.

Salí con mis padres de casa a las 7:30 para ir a la estación de tren, ya que Telefónica nos pagaba el viaje. Allí nos juntamos con Alfonso y su familia y con Abraham. Lamentablemente, Pepe no pudo venir.
A las 8:05 salió el tren, y a las 9:35 llegamos a la estación de Atocha, donde estuvimos viendo las tortugas en el jardincillo que había para hacer tiempo hasta las 10, cuando llegó el otro tren con más premiados.

De allí cogimos un autobús que nos llevó al polígono “La Moraleja”, donde Telefónica tiene su sede, Distrito C. Es un complejo enorme de 14 edificios con centro de salud, centro comercial, lago… Nosotros nos quedamos en el salón de actos, aunque casi no entramos, ya que había un grupo de animadores de esos que entran ganas de huir para que no te cojan y seas famoso delante de todos. Por suerte, nos dieron vales de comida para el restaurante.

Una vez estuvimos sentadas las 316 personas empezó el acto. Después de una presentación, comenzó la entrega de premios. Fue como siempre: empezó todo el mundo aplaudiendo mucho, y al final sólo se oían dos o tres palmadas por persona. 
Conforme se iba acercando nuestro turno nos poníamos más nerviosos, aunque se hizo más llevadero por un espectáculo de láser increíble. Desde que entramos en la sala habían estado fumigándonos con el gas de las discotecas (aunque he estado buscando, no he encontrado cómo se llama anhídrido carbónico en sublimación, también llamado Megatrón), y todos nos preguntábamos qué sería, pero cuando se apagaron las luces y se encendió una línea de color verde lo entendí.
Sincronizados con una canción que combinaba varios estilos de música fueron proyectando haces de luz que creaban formas en el aire. Fue increíble:

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Cuando terminó casi era nuestro turno. Cuando nos llamaron fuimos a la tarima, donde recibimos los premios y los diplomas y nos colocamos para que nos hicieran las fotos y el presentador dijese lo que tuviese que decir sobre nuestra página web (que no sé lo que era, ya que tenía detrás a un técnico poniendo bien un fluorescente de luz negra que me daba golpecitos, y estaba demasiado nervioso como para escuchar. De hecho, tampoco Abraham ni Alfonso se enteraron). Miramos a la cámara, esperamos a que terminasen con los del primer premio (ya que nosotros ganamos el tercero, aunque no debería ser así).
Una vez en nuestros sitios abrimos la bolsa: nosotros teníamos sendos MP4 (como el que está a la izquierda, en cuanto lo domine haré un resumen), y Abraham un bolígrafo que guarda lo que se ha escrito en JPG.

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Después de la ceremonia nos dieron una camiseta de color verde con el logo de Telefónica y nos hicieron ponérnosla para hacer las fotos de rigor junto al lago. De allí fuimos al restaurante Ciao!, el autoservicio del complejo. Alfonso y yo cogimos ración doble de primero, segundo y postre. Al llegar a la caja, la cajera nos miró con cara rara y dijo “Chicos, creo que ahí tenéis demasiada comida” . Entonces yo me metí la mano en el bolsillo y saqué agitando un fajo de vales de comida (que nuestros padres nos habían dado, ya que fueron a comer al centro de Madrid). La chica los miró y dijo “Ah, eso es otra cosa”. Y nos dejó pasar.
Comimos con unos profesores amigos de Abraham y su grupo. Después de estar un rato hablando de música salimos fuera, ya que nos tenían que distribuir en autobuses para ir al aeropuerto, al centro…

A nosotros nos llevaron a la estación de Atocha, pero como sólo eran las 15:20, y nuestro tren salía a las 19:05, nos fuimos a la puerta del Sol a ver a nuestras familias.
Por primera vez, yo crucé la acera de la estación. A excepción de una visita relámpago a la plaza Mayor, nunca había pasado de la estación de Atocha o del aeropuerto en Madrid.
Una vez allí, Abraham y dos profesoras de Zaragoza que él conocía se fueron a un bar con nuestros padres,mientras Alfonso y yo íbamos a Fnac, donde dejé mi blog abierto en 5 iMacs (uno de pantalla de 27 pulgadas).
De allí ya fuimos a la estación de Atocha, donde esperamos en la sala VIP, ya que los padres de Alfonso nos dejaron sus entradas. Después de tomar un chocolate y llevarnos unos cuantos polvorones en los bolsillos fuimos al andén, y de ahí a Zaragoza.

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¡Hasta el año que viene, Madrid!

dic 9 2009

Varios

Sé que, aunque he terminado los exámenes, no estoy escribiendo tanto como me gustaría y que tengo el blog abandonado. Esto se debe a muchas cosas: por una parte, llevo ya un tiempo intentando pedir una beca para irme a estudiar en 1º de Bachillerato a Estados Unidos. Es difícil que me la den, pero por probar no se pierde nada… La cosa es que necesitaba un montón de papeles (redacciones sobre mí, cartas de recomendación, informes de notas del colegio…), pero creo que esta semana ya la enviaré.

Por otro lado, este puente me ha cundido bastante. He estado ayudando en el puesto de la pastelería de un mercadillo contra el cáncer que había en Zaragoza (una de las ventajas es que te puedes comer los trozos de chocolate que quedan pegados en las bandejas de palmeras), y he aprovechado para organizar una buena parte de mis libros (la verdad, han aparecido muchos que ni sabía que tenía).

Mañana me voy a Madrid para ir a la entrega de premios del concurso A Navegar 10 de Educared. Por fin tendré un MP4, que llevo ya muchos años tirando con mi Nintendo Ds.

Y bueno, también tengo el curso de 3D Max, que se está haciendo bastante largo (ahora mismo estoy en la academia, esperando a que termine de renderizar un vídeo. De momento ocupa 65 Mb, y aún no ha terminado).

Además, hoy nos han dado los datos de los franceses con los que vamos a hacer el intercambio en el colegio. A mí me ha tocado con un tal Mickaël, a ver si responde pronto el correo que le he mandado. Por suerte, vive en el centro del pueblo, más o menos cerca de casi todos los de mi clase.

En fin, acabo ya la entrada, que ya se ha terminado de renderizar el vídeo: 90 Mb para 10 segundos…


dic 1 2009

Las notas

Con cambios que no me esperaba, pero mejores que en otras primeras Evaluaciones:

Ciencias Sociales: 9
Educación Física: 8 (!)
Ética: 8 (Soy buena persona, así que…)
Física y Química: 8 (Era sólo Química)
Francés: 9
Inglés: 9
Informática: 8
Lengua: 9
Matemáticas: 9
Religión: 10
Aunque me ha fastidiado Informática: un 8 por culpa, en parte, de los apuntes. Cuando los pidió por sorpresa el profesor yo sólo tenía un folio, la mitad lleno de dibujitos.

nov 28 2009

Me equivoqué de número

El otro día tenía que hacer un trabajo sobre la historia de la familia, para lo que utilicé un árbol genealógico que había hecho mi tía. Tenía una duda, así que le pedí el teléfono a mi madre, y llamé:

YO: Hola tía Ana Mari, que soy Juan.
VOZ cristalina de mujer: ¿Qué Juan?
YO, extrañado al oír una voz que no era la de mi tía, que es más fuerte: Juanito, el hijo de Blanca.
VOZ: Que sí, que sí. ¿Qué quieres?
YO, mosqueado: Pero, ¿eres la tía Ana Mari?
VOZ: Sí, soy Mari.
YO: Bueno… ¿Te acuerdas del álbum que hiciste?
VOZ: Que sí, que sí.
YO: ¿Tía Ana Mari? ¿Te duele la garganta?
VOZ: Síi, mucho. Que sí, que sí.
YO: Bueno, pues te quiero hacer una pregunta…
VOZ: Que sí, que sí. Pregunta.
YO, dudando de si esa era la tía Ana Mari: En el árbol, hay un símbolo que no entiendo. ¿Qué es?
VOZ: Que sí, que sí. Pregúntale a tu mami.
YO me quedé perplejo, con el teléfono en la mano, sin saber qué hacer. Sólo se escuchaba una respiración jadeante, como la de Darth Vader: Bueno, tía, gracias.

Por suerte, como me enteré en cuanto llamé a mi madre, esa no era la tía Ana Mari. Me equivoqué de número.


nov 25 2009

¡Libre!

No, no sólo es de los Ferrero Rocher

Después de la panzada de estudiar de ayer (de 16 a 01), ¡ya se han acabado los exámenes!
De momento no sé qué notas voy a sacar, el martes me enteraré.
Por lo menos, ya puedo retomar el blog, aunque de momento no tengo nada que contar, pero ya iré improvisando.


nov 17 2009

Exámenes

Además de esta última semana, también estaré sin escribir hasta el fin de semana que viene por culpa de los exámenes.

No tengo mucho que contar, salvo que quedé finalista en el concurso de relatos cortos de Tomás (¡gracias!). Y que el nuevo libro de Dan Brown tiene un fallo bastante grave.