¡Adiós, aparato!
Después de 11 meses, visitas cada dos semanas al dentista, brackets rotos y molestias varias, vuelvo a ser humano, y no un Terminator.
Después de 11 meses, visitas cada dos semanas al dentista, brackets rotos y molestias varias, vuelvo a ser humano, y no un Terminator.
Día 11: me desperté temprano para ir a Wexford, una ciudad cercana. Nada más coger el autobús, se puso a llover, y no paró hasta el día siguiente.
Primero fuimos al National Heritage Park, un parque con recreaciones de la vida de los antiguos pobladores de Irlanda: celtas, vikingos… Era interesante, aunque estaba bastante saturado.
Día 12: me desperté más tarde, aunque fue por el ruido: se estaba celebrando un festival de música en el pueblo. Me di un paseo, y volví a casa para comer a las 12. Tocó irish food: jamón cocido con col, patatas y salsa. Después, estuve leyendo durante un rato, hasta que me vino a buscar el vecino a eso de las cinco. Estuvimos caminando por la tarde alrededor del pueblo, viendo la gente que tocaba música celta. Por la noche, me terminé el primer libro que me había llevado, “Pompeya”. Muy bueno.
Día 14: el profesor nos llamó por la mañana para decirnos que nos llevásemos dinero, ya que íbamos a ir al DunDrum, un centro comercial de Dublín (de los mayores de Europa). Mi grupo estuvo mirando todo el rato ropas de tiendas, así que me di la vuelta en cuanto entraron a Bershka (¡lo he escrito bien sin mirar!). Me di una vuelta, y localicé las librerías, tiendas de juguetes y demás sitios interesantes. Había una tienda de Sony, en la que vendían una televisión de 70 pulgadas por la friolera de 40.000€. No sé por qué, pero el encargado me miró un poco mal cuando empecé a hacer fotos a todo.
En una tienda de juguetes me compré el set de Lego 8293 por 35€ (acordaos bien de esto, que más tarde volveré a nombrarlo):En una librería a la que fui con Tomás (Eason, muy buena) encontré “The magician”, la continuación de “The alchemyst”, un libro que me compré en Washington el año pasado.
En un sitio similar a Fnac encontré el cómic de Watchmen por 16€ (tapa blanda, pero merecía la pena), y me propuse leérmelo. Anoche lo terminé, y me ha parecido una obra maestra.
Día 8: por la mañana, además de hacer algunos ejercicios, vimos un vídeo de fútbol gaélico (una mezcla de fútbol, balonmano y rugby). Después, pude conectarme a Internet un poco con el ordenador del profesor; tenía bastantes correos para tan pocos días.
Por la tarde fuimos a caminar un rato a “Devil’s Glenn”, un parque, para ver una cascada. Cómo no, todo era verde. Incluso el agua tenía un color verdoso.
Por la tarde me volví a ir con los españoles, aunque nos fuimos pronto porque se acercaron unos irlandeses que parecían demasiado contentos. Además, una profesora nos había metido miedo con lo del “día del españolito”, el 21 de Julio, en el que supuestamente pegan a los españoles.
Día 9: me desperté pronto porque a uno de los gatitos le apetecía mi dedo gordo del pie. Fui a clase (ejercicios de preposiciones) y por la tarde jugamos un partido de fútbol contra los franceses. Bueno, no todos. Yo estaba de suplente, junto con otras 4 ó 5 personas. Después de cenar me quedé leyendo un rato en el jardín, hasta que me fui a coger el autobús que nos llevaba a la “disco”.
Estaba montada por la organización, y era en un hotel de 4 estrellas. Fuimos los de Wicklow, los de Gorey y dos o tres grupos de franceses. Yo no entiendo de eso, pero al parecer el DJ era muy malo. Incluso había más ambiente fuera que dentro. Yo estuve casi todo el rato en el hall, junto con otros españoles.
Ya en Wicklow, me fui a la cama a eso de las doce, pero no me pude dormir porque Rita, mi host mother del año pasado, me llamó para preguntarme qué día podíamos vernos.
Estaba yo aburrido en el autobús, cuando me fijé en que había ¡cámaras de vigilancia! En total 6, a lo largo de todo el techo:
Día 10: en clase vimos “Atrápame si puedes”, una película muy buena sobre fraudes y falsificaciones. Por la tarde nos fuimos a la bolera, y perdí. Demasiado tiempo sin jugar.
Por la tarde estuve leyendo, ya que estaba lloviendo. Me fui a dormir pronto, pues al día siguiente tenía que madrugar.
Veamos: ya estoy en casa, hoy he pasado el día en el chalet, he sufrido el calor español, y me he preparado para la vuelta al sedentarismo. Y ahora me toca intentar salvar al blog, que empieza a marchitarse.
Comida: en Irlanda se desayuna como en España: cereales, leche o tostadas. La comida es a eso de las 12:30-13:00, y consiste únicamente en uno o dos sándwiches, una bolsa de patatas (crisps), una pieza de fruta y alguna chocolatina.
La cena oscila entre 17:00 y 18:30. Esta es la comida fuerte del día, algo bastante extraño para el cuerpo durante los primeros días. Siempre hay patatas. Nunca faltan: ya sea en forma de puré (mashed potatoes), fritas (french fries) o baked potatoes, siempre aparecen. También hay algo de carne, a veces dentro de empanadas (yo entendí algo así como pastry. Sin embargo, eso es repostería en general). El pescado, a pesar de que Irlanda es una isla, es muy caro, por lo que poca gente toma. Yo, sin ir más lejos, sólo un día cené fish and chips.
También hay Baked Beans, de las de Mr. Bean. Y varias veces me pusieron guisantes, pero mucho más grandes que los de España.
En mi casa no tomaban mucha fruta (como mucho, plátano), así que no puedo opinar sobre ello.
En cuanto a los dulces… hay barritas de todo tipo: chocolate, caramelo, naranja, frutas, muesli… en cualquier tienda hay un mostrador repleto de más de 30 tipos de chocolatinas.
Y no se puede olvidar al blackcurrant, o zumo de grosella negra. Me gusta tanto que este año me he traído 4 litros.
Paseando por el pueblo, me encontré una curiosa tienda en la que vendían placas funerarias y papel higiénico. Sí, sólo eso. Los angelotes encima de rollos de olor a melocotón.
El caso es que me llamó la atención este producto en concreto:
Ahora mismo estoy en el ciber de Wicklow, y creo que tengo para media hora m’as. (Lo siento, Pablo, me da demasiada pereza copiar y pegar tus caracteres)
Ayer fuimos al DunDrum, un centro comercial de Dublin y uno de los mayores de Europa. Aunque no tiene que envidiar nada a Plaza Al final me compr’e un set de Lego (un motor que quer’ia. Adem’as, hubo un error de empaquetaci’on, as’i que tengo un card’an y dos engranajes m’as de lo que pon’ia que ten’ia), “The Magician” (un libro) y Watchmen (tendr’e que hacer el esfuerzo. Encima que estaba al 60% del precio en Espanna…).
No s’e en casa, pero aqu’i hoy estrenan Harry Potter. Al parecer, voy a ir a verla un d’ia de estos.
Sorprendentemente, hoy hace sol y no ha llovido en todo el d’ia. Aunque eso no creo que le importe mucho a uno de nuestro grupo: puede que se marche a Hispania por robar en Penney’s.
El profesor es mucho mejor que la del anno pasado. Estoy aprendiendo much’isimo vocabulario, y ya pillo casi todo de los irlandeses. El problema viene con el acento americano… De eso, no me entero de casi nada. Lo cual no ser’ia un gran problema de no ser porque la mayor’ia de las pel’iculas vienen de all’i…
Es curiosa la cantidad de correos que se reciben cuando no se est’a: desde que estoy aqu’i, he ido acumulando unos 40 mails sin leer. Y a saber los que tendr’e cuando vuelva…
Bueno, entre pitos y flautas se nos va a acabar el tiempo, as’i que mejor publico ya. Y os dejo con este v’ideo de m’usica irlandesa:
Mañana salimos mi padre y yo a eso de las 10 de la mañana de aquí en tren. Llegaremos a Madrid a las 11:30, y de allí iremos en metro a Barajas, donde tendremos una larga hora de conexión a Internet (esperemos que lo del módem funcione). A la una comenzaré a reunirme con los demás de Newlink, y empezaremos a facturar. Una vez dentro de la terminal, tendré un buen rato de espera, ya que el avión sale a las cuatro de la tarde. Si todo va bien (el año pasado salió con una hora de retraso), a las 17:30 (hora local) llegaremos a Dublín, donde cogeremos un autobús que nos llevará a Wicklow. Y allí, conoceré a mi familia irlandesa.
Tenemos el equipaje hecho, ya sólo falta meter todo en la maleta. Y, que yo sepa, no me dejo nada. Esperemos.
Por cierto, vuelvo el día 25 de Julio, y, a no ser que en mi irish home haya Internet, el único día que me conectaré será el 15 (a no ser que vea un cibercafé que no sea un timo, claro está. Aunque me temo que será difícil).
See you!