¡Feliz año!
Y con sólo 5 minutos de retraso
Un transistor es un componente electrónico al que se le dan dos usos: uno, en la electrónica analógica, como interruptor; y otro, en la electrónica digital, para almacenar información (en forma de unos y ceros, o encendido y apagado, lo que constituye un bit de información). No voy a entrar en detalles aquí sobre su funcionamiento, pero si queréis saber un poco más podéis empezar por esta página.
Actualmente, la inmensa mayoría de los aparatos electrónicos, y la totalidad de los que se venden en las tiendas están basados en transistores de silicio: desde el pequeño circuito de un coche teledirigido a un complejo procesador, están compuestos por transistores. Y, más concretamente, de silicio (de ahí el nombre de la zona en la que están varias de las grandes empresas de electrónica, Silicon Valley).
Desde 1947, cuando se inventó el primer transistor, se han inventado varias alternativas, pero, en esencia, han sido pequeñas variaciones y mejoras en torno al original. Aunque, eso sí, se ha reducido su tamaño (los del Intel Core i7 miden 45 nanómetros).
Una alternativa al silicio es el grafeno, una fina (y tanto: un átomo de espesor) de carbono. Aunque fue descubierto hace más de 70 años, el primer transistor de este material no se fabricó hasta el año pasado. Se descubrió que las velocidades que se pueden alcanzar con este tipo de transistor son mucho mayores que las proporcionadas por el silicio, llegando al rango de los 500-1000 GHz. Hoy en día, un ordenador potente apenas llega a los 4 GHz. Además,si se superan las dificultades técnicas, su pequeño tamaño permitirá que los chips se miniaturicen aún más.
Otro componente electrónico muy curioso es el memristor (de memory resistor, resistencia de memoria), predicho en 1971 y construido por vez primera en el 2008. Según pase corriente o no a través de él, su resistencia varía, por lo que puede ser utilizado para guardar información. Es una resistencia variable con memoria, al fin y al cabo: mirando su valor se puede saber en qué estado se encontraba antes. Una aplicación bastante útil es que se podría poner el ordenador en hibernación directamente: si hubiese un apagón, al volver la electricidad el ordenador seguiría haciendo lo mismo de antes.
Su pequeño tamaño en comparación con los transistores y su bajo consumo hacen del memristor algo a lo que yo le veo bastante futuro. Existe un prototipo de memoria, de HP, con una capacidad de 100 Gb en un cm2.
Alejándonos más de la electrónica, hay otra cosa muy interesante: la computación cuántica. Me explico.
La materia está formada por átomos. Los átomos, entre otras muchas partícualas, están compuestos por electrones. Una característica de estos es que pueden girar sobre sí mismos en sentido horario o antihorario. Esto puede utilizarse para almacenar información, al igual que con la polarización un fotón. Pero, además, pueden estar a la vez en los dos estados (algo que yo todavía no comprendo del todo)Toda información almacenada en un soporte cuántico está basada en qubits, y no en bits, como se venía haciendo hasta ahora.
Esto tiene muchas ventajas. Una de ellas es que ofrece una capacidad de encriptación mucho mayor que la que ofrece los bits actuales. Es por eso por lo que las agencias de seguridad invierten mucho dinero en esta tecnología: al poder estar el qubit en los dos estados a la vez, las operaciones de factorización (en lo que se basan muchísimas encriptaciones: las de tarjetas de crédito, contraseñas…) son mucho más rápidas. Aunque todavía son más lentos que los actuales, la cosa promete.
Bueno, la última entrada larga del año…
Lo siento si con esto he perdido la poca seriedad que le quedaba al blog, pero allá va:
Lo hice en tres pasos con ElfYourself, una aplicación Flash muy intuitiva y rápida: se sube la foto, se ajusta la cara y se elige el vídeo. Bueno, ¡feliz Navidad!
Al igual que todos los años desde hace 8, en diciembre se organiza en el Auditorio de Zaragoza el Salón del Cómic.
Yo este año fui dos días, el sábado y el domingo. Aunque, teóricamente, es del cómic, abundan los videojuegos y las películas y, en general, cosas frikis.
Como siempre, hubo gente disfrazada haciendo cosplay (vistiéndose como personajes de series o cómics).
Había un grupo de espartanos formado por Leónidas, otro guerrero con una cabeza de persa cortada y un sacerdote agitando un pollo de goma atado a un báculo (lo gracioso fue que, más adelante, se acercaron al stand en el que estaba el capitán Trueno contando cuentos a los niños pequeños y se pusieron a golpear las paredes y a gritar. Algunos incluso lloraron).
También estaba el “Supergrupo”, un curioso trío formado por Superlópez, la Cosa y otra superheroína que no conozcocantando la cancioncilla del Equipo A. Y un tipo vestido de algo indefinido con una espada de medio metro de ancho por casi dos de alto. Y un equipo de Bomberman vestido como bombas.
Pero, además de todos esos, vino Francisco Ibáñez, el de Mortadelo y Filemón.
Después de un pequeño homenaje que le hicieron (le regalaron una pluma para que siga dibujando y no se jubile), repartió firmas. Yo me llevé el especial 50 Aniversario, y me dibujó un Mortadelo-foca en 3 segundos, fue increíble.
Me compré una camiseta de Bender, un gorro de Yoshi, un cómic y algunas chapas y, aunque vi una figurita de Rorshach muy chula, era bastante cara para lo pequeña que era. Además, vi a un montón de gente: de la academia de inglés, amigos, ¡incluso a comentaristas del blog!
El sábado por la tarde fui un ratito a jugar al Tetris. Hay que ser bastante bueno para organizar un torneo de un juego, pero yo no me esperaba que tanto: los dos que organizaban la competición ganaron, dejándome a mí tercero… Y no me tocó premio.
¡Sólo queda un día de clase!
Sé que, aunque he terminado los exámenes, no estoy escribiendo tanto como me gustaría y que tengo el blog abandonado. Esto se debe a muchas cosas: por una parte, llevo ya un tiempo intentando pedir una beca para irme a estudiar en 1º de Bachillerato a Estados Unidos. Es difícil que me la den, pero por probar no se pierde nada… La cosa es que necesitaba un montón de papeles (redacciones sobre mí, cartas de recomendación, informes de notas del colegio…), pero creo que esta semana ya la enviaré.
Por otro lado, este puente me ha cundido bastante. He estado ayudando en el puesto de la pastelería de un mercadillo contra el cáncer que había en Zaragoza (una de las ventajas es que te puedes comer los trozos de chocolate que quedan pegados en las bandejas de palmeras), y he aprovechado para organizar una buena parte de mis libros (la verdad, han aparecido muchos que ni sabía que tenía).
Mañana me voy a Madrid para ir a la entrega de premios del concurso A Navegar 10 de Educared. Por fin tendré un MP4, que llevo ya muchos años tirando con mi Nintendo Ds.
Y bueno, también tengo el curso de 3D Max, que se está haciendo bastante largo (ahora mismo estoy en la academia, esperando a que termine de renderizar un vídeo. De momento ocupa 65 Mb, y aún no ha terminado).
Además, hoy nos han dado los datos de los franceses con los que vamos a hacer el intercambio en el colegio. A mí me ha tocado con un tal Mickaël, a ver si responde pronto el correo que le he mandado. Por suerte, vive en el centro del pueblo, más o menos cerca de casi todos los de mi clase.
En fin, acabo ya la entrada, que ya se ha terminado de renderizar el vídeo: 90 Mb para 10 segundos…