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Varios
Sé que estos días la publicación de entradas ha estado un poco parada, pero se ha debido en parte a que el colegio ya ha empezado a coger carrerilla, y a que los comentarios en la entrada de “Dios y el Destino” han acaparado casi toda mi atención. Es increíble, 36 comentarios…
Además, este curso mi horario es bastante caótico: baloncesto, academia de inglés, clases de 3DS Max, TTM…
Ayer encontré un libro que tiene buena pinta, “Catálogo de expresiones para la traducción inversa español-ingles“. Además, una buena parte está subido a Google Books, por lo que se pueden leer gratis la mayoría de expresiones.
Para Lengua he tenido que hacer una redacción, “relato de una experiencia personal”. Como este tipo de deberes no me llama mucho la atención, he escrito un montón de tonterías bonitas y bien redactadas. Simplemente con una finalidad: rellenar huecos.
Hoy, mi hermano, en su primer entrenamiento de la Preselección, se ha torcido un tobillo. Además, este año el campeonato nacional se celebra en Zaragoza, una auténtica faena: por ejemplo, hace dos años pudimos ir a comer pescaíto frito a Cádiz… Este, toca en casa.
El otro día estuve intentando arreglar el DVD (encontré el problema cuando ya había cortado 5 cables. Al parecer, era una obstrucción del motor). Conseguí sacar el diodo láser, y otra cosa bastante curiosa: hace ya 4 años que se preveía lo de la fibra óptica. Este aparato venía con un conector especial para enchufar el cable directamente.
-Pepe, dime algo con amor.
-Amorfa.
La cara oculta de Julio Verne
No creo que sea muy adecuado hablar de caras en este asunto…
Julio Verne, además de ser uno de los mejores escritores de Ciencia Ficción (y el primero), tenía problemas alimenticios. En una carta dirigida a su madre él decía:
Una vida que limita al norte con el estreñimiento, al sur con la descomposición, al este con las lavativas exageradas, al oeste con las lavativas astringentes (…) Es probable que estés enterada, mi querida madre, de que existe un hiato que separa a ambas posaderas y no es sino el remate del intestino. (…) Ahora bien, en mi caso el recto, presa de una impaciencia muy natural, tiene tendencia a salirse y, por consiguiente, a no retener tan herméticamente como sería deseable su gratísimo contenido. (…) graves inconvenientes para un joven cuya intención es alternar en sociedad y no en suciedad. Porque por decirlo de una vez, el culo no me cierra bien.
Mayor Orguillés, David, Grandes Biografías: Jules Verne
La verdad, en sus libros no he visto todavía algo de este estilo. Eso sí, emplea la misma abundancia de adjetivos que siempre.
Dios y el Destino
Aunque el nombre de la entrada pueda parecer el título de un libro de autoayuda, en realidad trata de una idea que he tenido después de una clase de Ética en la que hemos estado hablando sobre el Destino. Para los que no lo sepan, el destino es una fuerza que guía las acciones de todo. Controla el movimiento de cada átomo, y provoca todo lo que ha ocurrido, está ocurriendo o va a ocurrir, como el color de nuestro pelo o la persona que matamos el martes pasado.
Su opuesto es el Libre albedrío, cuya idea principal consiste en que nosotros dictamos nuestro futuro: podemos elegir, no hay nadie ni nada que nos obliga a actuar como lo hacemos.
Personalmente, creo que no hay ninguna manera de saber cuál de esas dos opciones es la correcta. Puedes decantarte por una o por la otra, a efectos prácticos va a ser lo mismo Lo que sí se puede hacer es comparar dos teorías, que aparentemente no tengan nada que ver. Supongamos que alguien cree en el Destino y es cristiano (pongo esta religión porque es la que mejor conozco. Supongo que también vale para otras cuya deidad sea credora). Comencemos por la parte religiosa.
Dios, según la Biblia, “creó los cielos y la tierra”. Por tanto, antes sólo estaba Dios.
La teoría del Destino dice que todo está predestinado (valga la redundancia). Por tanto, el destino estaba antes que Dios, y por tanto Dios no fue lo primero. Y, por tanto, sacrilegio.
Se puede pensar que Dios creó el Destino, pero entonces se encuentra el problema de que no es Dios quien hizo todo lo que ha ocurrido en la Tierra, milagros incluidos. Sería el Destino el que lo provocó todo, y no Dios.
Y, entonces, queda el interrogante de cómo se rige lo que hay fuera del Universo: si por libre albedrío o por destino. Es decir, por qué obraría Dios de ese modo.
Por tanto, tenemos dos opciones: por un lado, Dios y libre albedrío, y por otro el destino más solo que la una.
Supongo que habrá que pulirlo un poco, pero habría sido una buena manera de acusar de herejía a la gente durante la Inquisición.
Piolín
En un principio, Piolín se llamó Orson y era rosa pero pronto lo cambiaron por el amarillo tras algunas quejas de los censores.