sep 8 2009

Vuelta al cole

Después de casi tres meses de verano, toca volver a la normalidad. Habrá que aprovechar los dos días que quedan.

El verano me ha dado bastante de sí: Irlanda, Portugal, Electrónica, ganar en el concurso A navegar, 3D Studio Max, Prison Break, chalet… así que no me quejo. Por suerte, en un mes son las Fiestas del Pilar.
Sé que llevo unos cuantos días sin publicar nada, pero es que estoy pasando a limpio una idea que tuve en Irlanda. Me parece que esto del 3D está muy bien para mostrar inventos.

sep 3 2009

Irlanda: parte 7

Y ya termino… Sniff…

Día 23: por la mañana vimos en clase “Vicky Cristina Barcelona”, una película cuya única finalidad es atraer turistas a España. Era peculiar verla en inglés: Javier Bardem incluso decía en un momento “Err… Cómo se decía…” hablando con las neoyorquinas. La película da una imagen de España de atardeceres bonitos, de que todo el mundo está a todas horas con la guitarra y el jamón… Al menos, no tenía demasiada trama.IMAG2032
Por la tarde fuimos con el grupo de Tomás a la feria de Bray, un pueblo cercano. No terminé de entender porqué, pero había dos bandos de irlandeses: los que decían que Bray era maravilloso, y los que lo odiaban a muerte. No había punto medio.
Sólo nos pudimos montar en un par de atracciones, porque al poco empezó a llover.
Por la tarde fui a la “disco” de Gorey, la última.
Aprovechamos para hacer fotos (estuvimos más tiempo haciendo fotos que dentro de la sala en sí), y al poco volvimos a Wicklow.

Día 24: por la mañana fui a clase, por última vez. Hicimos unos test, para ver cuánto habíamos aprendido durante las tres semanas. ¡Gané a todos con un 96% de aciertos!
Después, estuvimos jugando a juegos de palabras, esperando a la hora de comer. Por la tarde fuimos con los de Gorey y Wexford a un club de tiro con arco, como despedida. Para merendar montaron una barbacoa de hamburguesas y perritos calientes, por lo que se montó un follón enorme (a mí se me colaron 3 veces).
También vi a Myra, mi profesora del año pasado.
Después, Fergus nos dejó en nuestras casas (taxi gratuito por ser el último día, como dijo él). Nos regaló una foto del grupo, y ya nos despedimos de él.
Por la tarde nos fuimos todos los españoles al malecón, a pegarnos un baño. Curiosamente, el agua no me pareció tan fría como la última vez.

Rainbow

Más tarde, me fui a casa de Tomás y, como estaba cerca del Tesco, aproveché para comprar tres litros de blackcurrant (hace unos días me terminé la primera botella).

Cuando llegué a casa, pasé las últimas horas con Eileen y Paul. Me regalaron otra botella de blackcurrant, y un libro, “The Sorceress” (es el tercero de la saga de “The Secrets of the immortal Nicholas Flamel”. Están muy bien, son relativamente fáciles de leer.

Día 25: me levanté temprano, para terminar de recogerlo todo. A las 10, me llevaron al aparcamiento de autobuses. Esa tarde jugaba Wicklow un partido de fútbol gaélico, así que me encasquetaron una banderita del condado en la mochila. Hacía juego con la mía de Irlanda. Allí me despedí de mi familia, de los vecinos, de algún profesor… y me monté en el autobús. Adiós, Wicklow.

Una hora más tarde estábamos en el aeropuerto de Dublín. Estuve un rato con Tomás dando vueltas, hasta que encontré a una señora que me dejó sus últimos 4 minutos de conexión a Internet en uno de esos ordenadores de precios abusivos (yo no se lo pedí, ella ya había terminado).
Al poco embarcamos, y dejamos Dublín. Adiós, Irlanda.

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Cuando llegamos a Madrid me despedí de todos: de Tomás, de mi vecina, de Juanlo, de los de mi grupo… y salí fuera, donde me esperaban mi padre y mi hermano (esta vez me comedí bastante: el año pasado salí disfrazado de leprechaun. Cien pares de ojos mirándome).

Y al llegar a casa, mi madre había hecho una tortilla de patatas de verdad.


sep 1 2009

¡Adiós, aparato!

Después de 11 meses, visitas cada dos semanas al dentista, brackets rotos y molestias varias, vuelvo a ser humano, y no un Terminator.

Ha habido suerte, los dientes se han movido muy rápido, ya que, en principio, iba a ser cosa de entre año y medio y dos.
Es bastante curiosa la sensación de pasar la lengua por los dientes y notar… dientes. Y la de comer sin que se enganchen restos de comida entre los brackets (en realidad, tenía sus ventajas: después de comer, incluso varias horas más tarde, podías succionar un poco y seguir comiendo algún que otro resto).

ago 1 2009

Irlanda: parte 3

Día 11: me desperté temprano para ir a Wexford, una ciudad cercana. Nada más coger el autobús, se puso a llover, y no paró hasta el día siguiente.
Primero fuimos al National Heritage Park, un parque con recreaciones de la vida de los antiguos pobladores de Irlanda: celtas, vikingos… Era interesante, aunque estaba bastante saturado.

National Heritage Park

Aunque ni siquiera la lluvia impidió posar a este patito:

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Después de la visita, cogimos el autobús de nuevo y nos fuimos a Wexford propiamente dicho. Allí, una guía nos mostró el centro de la ciudad (sólo había murallas y vestigios de la rebelión de 1789) rápidamente, ya que todos estábamos empapados. Nada más terminar, nos dejaron una hora de shopping. Yo, que había olvidado el chubasquero, tuve que comprarme un paraguas. Además, encontré una tienda (Everything €2) de la que me llevé un set de gadgets USB: una lucecita, una lámpara de lava, un aspirador de teclado y dos hubs.
Al volver a Wicklow, recordé que Eileen me había dicho que estarían viendo un partido de fútbol gaélico, así que me tenia que ir a cenar a casa de los vecinos. Curiosamente, acabamos cenando 9: los vecinos, sus dos hijos, dos españolas, una francesa, otra señora que no sé muy bien quién era y yo.

Día 12: me desperté más tarde, aunque fue por el ruido: se estaba celebrando un festival de música en el pueblo. Me di un paseo, y volví a casa para comer a las 12. Tocó irish food: jamón cocido con col, patatas y salsa. Después, estuve leyendo durante un rato, hasta que me vino a buscar el vecino a eso de las cinco. Estuvimos caminando por la tarde alrededor del pueblo, viendo la gente que tocaba música celta. Por la noche, me terminé el primer libro que me había llevado, “Pompeya”. Muy bueno.

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No sé a que viene, pero bueno.

Día 13: por la mañana fui a clase. Vimos “Zoolander”, una de las películas más estúpidas que he visto en la vida. Había un tipo que paraba un shuriken de lo guapo que era… Por la tarde fuimos a Brittas Bay, la única playa de arena que he visto en Irlanda. Lo peor de todo fue que olvidé la cámara.
Después, fuimos a la bolera a jugar al billar (curioso, ¿eh?). Perdí.

Día 14: el profesor nos llamó por la mañana para decirnos que nos llevásemos dinero, ya que íbamos a ir al DunDrum, un centro comercial de Dublín (de los mayores de Europa). Mi grupo estuvo mirando todo el rato ropas de tiendas, así que me di la vuelta en cuanto entraron a Bershka (¡lo he escrito bien sin mirar!). Me di una vuelta, y localicé las librerías, tiendas de juguetes y demás sitios interesantes. Había una tienda de Sony, en la que vendían una televisión de 70 pulgadas por la friolera de 40.000€. No sé por qué, pero el encargado me miró un poco mal cuando empecé a hacer fotos a todo.

Válvulas de vacío Pull&Bear
Válvulas de vacío en Pull&Bear

En una tienda de juguetes me compré el set de Lego 8293 por 35€ (acordaos bien de esto, que más tarde volveré a nombrarlo):En una librería a la que fui con Tomás (Eason, muy buena) encontré “The magician”, la continuación de “The alchemyst”, un libro que me compré en Washington el año pasado.
En un sitio similar a Fnac encontré el cómic de Watchmen por 16€ (tapa blanda, pero merecía la pena), y me propuse leérmelo. Anoche lo terminé, y me ha parecido una obra maestra.

DunDrum

ChancletasAdemás, el día estuvo movido: un chico de otro grupo había robado una sudadera en Penneys, y le habían pillado (no se le ocurrió otra cosa que, una vez cometido el delito, volver a la tienda para comprar una camiseta). Después de un montón de rato con los guardias de seguridad y mi profesor, le dejaron salir para enfrentarse con la posibilidad de volver a España. Al final, como no se enteraba de nada y no tenía antecedentes, le dejaron quedarse.


jul 27 2009

Irlanda: parte 2


Día 8
: por la mañana, además de hacer algunos ejercicios, vimos un vídeo de fútbol gaélico (una mezcla de fútbol, balonmano y rugby). Después, pude conectarme a Internet un poco con el ordenador del profesor; tenía bastantes correos para tan pocos días.
Por la tarde fuimos a caminar un rato a “Devil’s Glenn”, un parque, para ver una cascada. Cómo no, todo era verde. Incluso el agua tenía un color verdoso.
Por la tarde me volví a ir con los españoles, aunque nos fuimos pronto porque se acercaron unos irlandeses que parecían demasiado contentos. Además, una profesora nos había metido miedo con lo del “día del españolito”, el 21 de Julio, en el que supuestamente pegan a los españoles.

Playa de Wicklow

Día 9: me desperté pronto porque a uno de los gatitos le apetecía mi dedo gordo del pie. Fui a clase (ejercicios de preposiciones) y por la tarde jugamos un partido de fútbol contra los franceses.Disco Bueno, no todos. Yo estaba de suplente, junto con otras 4 ó 5 personas. Después de cenar me quedé leyendo un rato en el jardín, hasta que me fui a coger el autobús que nos llevaba a la “disco”.

Estaba montada por la organización, y era en un hotel de 4 estrellas. Fuimos los de Wicklow, los de Gorey y dos o tres grupos de franceses. Yo no entiendo de eso, pero al parecer el DJ era muy malo. Incluso había más ambiente fuera que dentro. Yo estuve casi todo el rato en el hall, junto con otros españoles.
Ya en Wicklow, me fui a la cama a eso de las doce, pero no me pude dormir porque Rita, mi host mother del año pasado, me llamó para preguntarme qué día podíamos vernos.

Estaba yo aburrido en el autobús, cuando me fijé en que había ¡cámaras de vigilancia! En total 6, a lo largo de todo el techo:

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Día 10: en clase vimos “Atrápame si puedes”, una película muy buena sobre fraudes y falsificaciones. Por la tarde nos fuimos a la bolera, y perdí. Demasiado tiempo sin jugar.
Por la tarde estuve leyendo, ya que estaba lloviendo. Me fui a dormir pronto, pues al día siguiente tenía que madrugar.

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Mapa de Wicklow: he modificado un mapa de Google Maps, y he señalado los principales sitios por los que me movía.

wicklow

  • A: mi casa. Estaba en una urbanización (allí todo el mundo vive en states). Para salir, tenía que atravesar un campo, marcado con la linea de puntos.
  • B: juguetería TOYMASTER, una tienda en la que tenían de todo: desde juguetes hasta embutido, pasando por papelería o recuerdos de Irlanda. Curiosamente, el año pasado me compré allí un Lego.
  • C: cabina de teléfono. En mi casa se había estropeado el teléfono, y como tiraban con los móviles no compraban uno nuevo. Así que cuando quería llamar a España, me daba un paseíto.
  • D: la playa. Allí íbamos bastante a menudo. Además, entre las piedras había fragmentos de vidrio de colores erosionados.
  • E: pier. Creo que la traducción es “muelle”, pero no estoy seguro. Era nuestra piscina.
  • F: Market Square, centro del pueblo. Allí quedábamos todos los días, ya que estaba cerca de casa de todos.
  • G: parque del Black Castle. Había algunos cañones, bastante cómodos para sentarse. Bajando por unas escaleras se llegaba a la playa.
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Por cierto, mañana me voy a Hoz de Jaca, y volveré el viernes. Y el lunes me voy a Lisboa, así que la continuación de mis peripecias puede que tenga que esperar hasta el 12 de Agosto.

jul 27 2009

Irlanda: parte 1

Veamos: ya estoy en casa, hoy he pasado el día en el chalet, he sufrido el calor español, y me he preparado para la vuelta al sedentarismo. Y ahora me toca intentar salvar al blog, que empieza a marchitarse.

Día 5: A las 9:30 mi padre y yo salimos de casa para coger el AVE a Madrid. Una vez allí, entramos en los laberintos del metro y llegamos a la T4 con casi una hora de antelación. Poco a poco, nos fuimos juntando todos los del grupo (concretamente, todos los de Newlink, la empresa con la que viajé. Estábamos los de Wicklow, los de Gorey, los de Wexford y los de Bray). Después de facturar, y como había 3G, pude poner una entrada mientras esperaba. Al cabo de un rato, ya estábamos dentro. Hubo que esperar bastante, ya que el avión había tenido un problema, por lo que llegamos tarde a Dublín. Allí cogimos un autobús, que también llegó tarde por culpa de la lluvia.
A eso de las 18:30, paramos en Wicklow. Me estaban esperando Eileen (la madre) y Paul (el hijo de 12 años). Me dieron la impresión de ser buena gente, y no me equivocaba. La casa era un poco pequeña, pero se podía vivir en ella. La vistas eran buenas: se veía toda la bahía de la ciudad y las montañas circundantes al mismo tiempo. KittenEso sí, la playa que hay es de piedras.
Además, me enteré del estado de la familia: eran 4 hijos, pero sólo dos (Ross, de 17 años, y Paul) estaban con la madre. Los otros dos vivían con su padre (y, prácticamente, no les vi). Ross era la oveja negra de la familia: asocial, encerrado en su cuarto, fumador… La conversación más larga que tuve con él fue un “Hi, Where’s Eileen?”- “I don’t know”.
Además, había tres gatos: la madre y dos crías de 8 semanas. La verdad es que eran muy majos.
Cuando me terminé de asentar, Eileen me dijo que me fuese con dos españoles que estaban en la misma urbanización y una francesa para ver el pueblo. Al volver, me tomé el bocadillo de tortilla que me había llevado, y me fui a dormir.

Puente

Día 6: El desayuno era normal: leche con cereales.
El programa que elegí incorpora clases de grupos reducidos con un profesor, así que me llevaron a las 10 a la casa del profesor (las clases eran allí). Allí conocí a los demás de la clase (uno de los cuales era mi vecino) y al profesor, Fergus, un chico de 28 años. En realidad, estábamos en la casa de sus padres, una mansión de 3 plantas, con clínica dental incluida. Aunque nosotros sólo utilizábamos el salón (con dos chimeneas). Hicimos algunos ejercicios para conocernos mejor, y a la una tomamos el lunch. Tuve suerte, me pusieron un par de sándwiches de jamón serrano del que les había llevado, aunque perdía con la mantequilla. Y, cómo no, bolsa de patatas fritas y barritas de chocolate. Irlanda.

Salón de Fergus

Por la tarde, nos fuimos a dar una vuelta por el pueblo. En el muelle había algunos irlandeses bañándose vestidos (y no precisamente con trajes de neopreno: camiseta, pantalones y zapatillas). Como empezó a llover (casi todos los días llovió. Es parte de la cultura), nos fuimos a la oficina de Turismo, donde nos dieron mapas e información sobre Wicklow.
A las 16:30 fui a casa, y a las ocho salí con los españoles a un parque que había cerca de la bahía. Ahí es donde siempre estábamos por las tardes: en la playa o junto al Black Castle, las ruinas de un antiguo castillo. Antes de las 22:00, la hora límite, llegué a casa.

Black Castle
Día 7: en clase vimos un vídeo acerca del hurling, un deporte celta ligeramente parecido al floorball. Es el más rápido, a excepción del hockey sobre hielo. Consiste en llevar una pelota con un palo (hurley) para meter gol en una portería o entre dos palos.
Por la tarde fuimos al cine a ver “Transformers: Revenge of the Fallen”, donde me enfrenté con el inglés americano. Me resulta imposible. Por lo menos, no tenía mucho argumento.
Por la tarde quedé con Tomás, y nos fuimos a ver una iglesia. Después, en casa, intenté seguir el Gran Hermano, pero me pareció bastante lamentable, así que me fui a leer (en español, he de reconocerlo).

Iglesia

Comida: en Irlanda se desayuna como en España: cereales, leche o tostadas. La comida es a eso de las 12:30-13:00, y consiste únicamente en uno o dos sándwiches, una bolsa de patatas (crisps), una pieza de fruta y alguna chocolatina.
La cena oscila entre 17:00 y 18:30. Esta es la comida fuerte del día, algo bastante extraño para el cuerpo durante los primeros días. Siempre hay patatas. Nunca faltan: ya sea en forma de puré (mashed potatoes), fritas (french fries) o baked potatoes, siempre aparecen. También hay algo de carne, a veces dentro de empanadas (yo entendí algo así como pastry. Sin embargo, eso es repostería en general). El pescado, a pesar de que Irlanda es una isla, es muy caro, por lo que poca gente toma. Yo, sin ir más lejos, sólo un día cené fish and chips.
También hay Baked Beans, de las de Mr. Bean. Y varias veces me pusieron guisantes, pero mucho más grandes que los de España.
En mi casa no tomaban mucha fruta (como mucho, plátano), así que no puedo opinar sobre ello.
En cuanto a los dulces… hay barritas de todo tipo: chocolate, caramelo, naranja, frutas, muesli… en cualquier tienda hay un mostrador repleto de más de 30 tipos de chocolatinas.
Y no se puede olvidar al blackcurrant, o zumo de grosella negra. Me gusta tanto que este año me he traído 4 litros.

Paseando por el pueblo, me encontré una curiosa tienda en la que vendían placas funerarias y papel higiénico. Sí, sólo eso. Los angelotes encima de rollos de olor a melocotón.
El caso es que me llamó la atención este producto en concreto:

Placa funeraria

Sí, lo que parece. Placas con textos prediseñados, y pegatina de “Please insert picture here”. Y tampoco desmerece el “MUM+DAD”. En fin, por lo menos sólo estaban a 7 €

Bueno, son ya las 3:30. Creo que debería irme a dormir. Mañana más.