No, no me refiero al animal de género Capra, sino a un Citroen 2 caballos.
Ayer fuimos a casa de unos amigos en La Peña, cerca de los Mallos de Riglos (nos lo pasamos bien, comimos hasta reventar, fuimos en bici, cogimos moras…). Ellos tenían un Citroen 2CV amarillo, descapotable y un poco destartalado, parecido a este: Puede parecer un coche malo, pero es impresionante la velocidad que alcanza en las montañas (de ahí su nombre, la cabra). Fuimos de excursión hasta un castillo (bastante cercano), e íbamos de pie, con medio cuerpo fuera y comiéndonos bichos (espero que los haya escupido todos). Vamos, un coche muy bueno. Hombre, hubo que empujarlo un poco en una subida, pero poco más.
No, no se me había olvidado la mitad del título de la entrada: como ya he dicho, fuimos a un castillo. A mí me empezaba a sonar un poco lo que veíamos: una ermita derruida, el castillo abandonado… Creí que ya había estado allí, hace unos cuantos meses (O puede que fuese un Dejà Vu). Fuimos hacia el castillo, y detrás vi algo que me confirmó: una lápida grabada en el suelo de puedra, de 1813, en la que se me cayó un trozo de tortilla de patata.
1. De ordenador. 2. Viejo (de los de bola; no óptico).
Ayer por la noche abrí el ratón para limpiarlo, y me encontré con un mecanismo bastante ingenioso: Ya lo había abierto otras veces, pero nunca me había fijado en su funcionamiento.
Viendo lo que hay dentro (en el agujero debería estar la esfera), deduzco que la bola, al moverse, hace girar los dos pequeños cilindros negros (que estaban con 1 mm. de porquería). Supongo que el izquierdo transmitirá la información del eje X, y el de arriba la del eje Y. Pero lo curioso es cómo transmiten la información: en el mismo eje del cilindro, hay una rueda con pequeñas perforaciones. Junto a ésta, hay una especie de cuadrado (negro, también) que intuyo que emite algún tipo de luz o láser. Dependiendo de la velocidad de la rueda perforada, los rayos de luz serían más continuos o llegarían más tarde al punto receptor (detrás de la rueda). De ese modo, se podría saber la velocidad y el avance del cursor en un eje. Y supongo que el otro, igual.
Pero, montado, queda como un ratón cualquiera… Amarillento por el uso (en eso puede que no tan cualquiera).
El otro día me tomé una Coca-Cola y me sorprendió que habían cambiado el diseño de la lata por este: Tiene algunos aros olímpicos, con la frase “En Mandarín, Coca-Cola se pronuncia ‘ke kou ke le’”.
Aunque lo curioso está girándola 180º…
Vamos, mandarín. Y al lado, otra frase que dice que “En Mandarín, Coca-Cola significa deliciosa felicidad”.
Bueno, supongo que esta entrada hablando sobre la nueva lata de Coca-Cola no tendría ningún mérito, pero es que yo descubrí algo más… Si inclinamos la lata… Pone claramente “OJO OT4″, es decir, “OJO, OPERACIÓN TRIUNFO 4″.
Es curioso que lo que no pueden hacer dos personas por separado sea fácil cuando se juntan. Y eso fue lo que pasó ayer en mi casa, cuando vino mi amigo Pablo Guallar. Pero por partes: voy a analizar la breve vida de mi ballesta:
-Versión 1: mi primera ballesta. Yo estaba muy orgulloso de ella, pero si ahora la viese, me espantaría de lo simple que era:
Versión 2: ya se empezaba a ver que no era un invento más:
Versión 3: lanzaba más lejos, era más fina, el mecanismo era mejor… pero no era lo suficientemente fuerte. Acabó destrozada por la capucha de un amigo. Por lo que nació la 3.5 (la que anuncié hace poco). Nunca hubo vídeo.
Versión 4: simplemente bestial. Es completamente nueva, pero destaca por un nuevo sistema de cargar las gomas: ya no hay que revisarlo, y es muy resistente. Ha combado 2 piezas, de momento. Podéis ver que realmente tiene potencia mirando los brazos de la ballesta: deberían ser rectos. Disfrutad del vídeo; me lo he currado: