mar 29 2011

Pendiente de tamaño medio

Premio para el que lo pille.


mar 28 2011

Era – Classics (I y II)

Creo que alguna vez he hablado de pasada de Era, un grupo musical (realmente, se definen como “proyecto musical”) no muy conocido por estos lares, pero que a mí me gusta mucho.

Es un estilo cuanto menos curioso: se trata de una mezcla de canto gregoriano con música electrónica, rock y pop. Aunque parezca una mezcla algo extraña, el resultado final es sorprendente: en Europa ha encabezado las listas de éxitos cada vez que ha sacado algo nuevo, y tienen vendidas ya más de 7 millones de copias. También es digno de mención que todos los discos estén realizados por el mismo tipo, Eric Lévi, quien compone la música y escribe las letras. Este hombre (no) se hizo famoso gracias a su banda sonora para “Los visitantes”, una película que recomiendo (es viejuna, pero muy buena).

Dos de sus últimos discos son “Classics I” y “Classics II” y, como bien indican sus títulos, se trata de una recopilación de obras de música clásica conocidas (Mozart, Bach, Haendel…) pero versionadas al estilo Era, es decir, con multitud de coros, guitarras eléctricas y bases modernas. El resultado es realmente sorprendente; de hecho, prefiero algunas de estas versiones a las piezas originales. Os dejo con algunas de las que más me han gustado:

Voxifera

Ave Paternum Deo (Canon de Pachelbel)

A Brand New Day (Suite Nº1 para violonchelo de Bach)

Thunder Flash (Concierto para contrabajo Nº 1 de Tchaikovski)


mar 27 2011

Una mente brillante

La verdad es que es bastante maja...

Probablemente no sea muy eficiente, pero si pudiese, yo me la compraría. La encontré por ahí, supongo que no será difícil volver a rescatarla…


mar 26 2011

Katamari!

Una peculiar aplicación de javascript recrea un videojuego japonés del 2004 en las páginas que queramos. El funcionamiento es sencillo: pincháis en el enlace, y le dais al “Start!”. Luego, clic derecho en cualquier parte de la página et… ¡voilà!

¡Clica aquí!


mar 24 2011

Breve crónica de una no tan breve post-operación

Tampoco es que esté siendo muy larga, pero la verdad es que me está resultando algo incómoda por las molestias de la cara.

Tras la operación, me eché una siesta y me desperté con los efectos de la anestesia. Sentía toda la cara como un trapo, y únicamente podía intuir que tenía dientes. Aunque era una sensación bastante inquietante (¿alguna vez os han dormido la boca en el dentista? Pues esto era más fuerte y por toda la cara), al menos no sentía dolor. Realmente, no he llegado a sentir dolor propiamente dicho en ningún momento, simplemente una mezcla entre irritación/escozor/cosquilleo por toda la cara que resulta muy molesta porque no me puedo rascar, lo cual es casi más engorroso.

Por la tarde vinieron a verme familia y amigos, así que estuve bastante entretenido. Por la noche vi una peli en mi ebook, y ya me fui a dormir hasta la mañana siguiente. Me despertaron las enfermeras, que me quitaron el vial del gotero, con la mala suerte de que se les resbaló y a una le saltó un chorro de sangre de un servidor por toda la bata. Cambiando el decorado, podría haber pasado por película de zombies.

Al día siguiente, martes, me dieron el alta sobre las 11 de la mañana, y ya me fui a casa. Estuve remoloneando un poco, pero la cara empezaba a molestar.

Sin duda alguna, ayer fue el peor día: las heridas estaban supurando y empezando a cerrarse, y yo sin poder rascarme. Total, que por la tarde ya estaba nervioso perdido, sin saber bien qué hacer. Después de dar muchas vueltas en la cama, me logré dormir, pero he pasado una noche bastante mala (me he estado despertando toda la noche, poniéndome bien las vendas, etc).

Hoy la cosa ha ido mejor, con las heridas cerrándose, pero me parece que aún me quedan unos cuantos días de incomodidades. Pero ya se sabe: para presumir, hay que sufrir.

Por cierto, la imagen que da comienzo a estas líneas no me hace justicia.


mar 21 2011

Breve crónica de una operación

Estoy bien. La motosierra escocía un poquito, pero con la morfina se me ha pasado.
Ahora en serio (dentro de lo que cabe), la operación ha ido muy bien: ha sido relativamente breve, no me han provocado dolores insufribles (también es cierto que hasta hace un par de horas mi boca parecía un trapo), y me lo pasado “bien”. Lo más curioso ha ocurrido cuando me han empezado a quemar: un apetecible aroma a carne churruscada se ha abierto paso a través de la anestesia, y le ha hecho pensar a mi estómago (que llevaba 15 horas sin probar bocado) en un buen plato de costillas.
Así que ahora estoy aquí tranquilamente, ya plenamente consciente y saciado. Dentro de un poco me iré a dar un paseo (ya estoy preparando la mochila y el saco de dormir) hasta… la otra punta del pasillo.
¡Gracias a Juan, Rafalillo, José Antonio y a los anónimos por los ánimos!