Os presento mi última creación con Arduino: el compalibre, un calibre o pie de rey compuesto por un compás de varillas, un display LCD y un Arduino. Es bastante sencillo de construir, por lo que es ideal como proyecto de aprendizaje. A continuación, os comento los materiales que he empleado (aunque se pueden usar otros, seguramente):
Compás de varillas
Listón de madera (también se puede usar un panel)
Pegamento termofusible (o cualquier otro)
Potenciómetro de alta precisión (no importa el valor)
Arduino Duemilanove
Potenciómetro común (para el contraste del LCD)
Display LCD 2×16 caracteres
Cable
Protoboard
2 botones (para calibrar)
2 resistores de 1kOhm
Espagueti termocontraíble
Lo primero que hemos de hacer es encontrar el eje en torno al cual giran las varillas del compás. En algunos compases existe un tornillo exterior; si no es el caso hay que marcar con un cúter (o lapicero fino) las varillas, ayudándose de una regla. El punto de intersección de las dos rectas será el eje.
Después, montamos una estructura con los listones como la que sigue a continuación, poniendo especial cuidado en alinear el eje del potenciómetro con el del compás. El mando del potenciómetro se encuentra incrustado dentro del listón superior, para que al abrir o cerrar el compás la resistencia del potenciómetro varíe. Está todo pegado con termofusible; si las varillas son muy lisas hay que poner bastante.
Lo siguiente es soldar tres cables a las patillas del potenciómetro. En el pin central hay un trozo de espagueti termocontraíble para evitar contactos.
Los pines del compás van conectados a +5V, GND y Analog IN 0.
El display es genérico, toda la información necesaria para conectarlo está en la web de Arduino.
Aquí está el código que he utilizado, aunque da asco. No está pensado para ser modificado por otro que no sea yo, pero si conseguís desenredar la maraña de variables en inglés y español, no os olvidéis de ponerlo en un comentario, que os felicitaré.
Hay una zona con comentarios que sirve para ajustar el ratio, o proporción entre la lectura analógica y 1 cm. No queda otra opción que hacerlo a mano, ya que es algo impreciso matemáticamente. También hay otra constante, zero, que indica en qué punto se hacen los 0 cm.
De acuerdo, esto no es realmente un hackeo, pero es algo muy curioso, y que es de utilidad para hacer algún trasteo: una pequeña aplicación oculta en todas las calculadoras Casio (al menos, en las actuales) que permite hacer pruebas de la pantalla, de las teclas y de la versión. El código de teclas que hay que introducir es el mismo para todos los modelos, si bien en calculadoras más antiguas no existe este programilla. De todos modos, la inmensa mayoría de calculadoras empleadas por los estudiantes pertenecen a la serie fx-82, en las que funciona perfectamente la aplicación. Lo único que tenemos que hacer es pulsar la tecla SHIFT y el número 7 y, manteniéndolos pulsados, encender la calculadora apretando ON. Todos los píxeles se teñirán de negro, no os preocupéis: de esta forma podéis comprobar si todos los puntos funcionan correctamente. Después sólo hay que seguir los pasos que he puesto en el siguiente Flash (varían muy levemente según el modelo, yo lo he hecho para la fx-82ES), podéis verlo clicando aquí (no lo inserto en la entrada porque es bastante pesado).
En la séptima imagen he subrayado una línea de la pantalla, es la configuración interna de la calculadora. Veremos qué significa esto en entradas próximas.
Sí, habéis leído bien. Se puede hackear una calculadora. Aunque parezca increíble, es posible modificar el funcionamiento de varios modelos de Casio para añadir funciones ocultas, o se pueden mejorar las funciones de las calculadoras baratillas que todos tenemos. Tras un poquillo de investigación, he reunido una serie de hackeos o modificaciones que, además de ser útiles, sirven para fardar delante de los amigos. Mi intención original era condensarlos todos en una entrada, pero conforme he ido escribiendo, he descubierto más y más cosas acerca de la fascinante cara oculta de las calculadoras, así que lo repartiré a lo largo de algunos posts.
Esto tiene su base en un motivo muy sencillo: es más barato fabricar 2000 chips de tipo A que 1000 chips de tipo A y 1000 chips de tipo B. Tomemos el ejemplo de la fx-82ES y la fx-570ES. Por fuera tienen exactamente la misma forma:
fx-82ES - 15€
fx-570ES - 25€
La fx-82ES tiene unas 250 funciones, mientras que la 570ES unas 400. ¿Es mejor el circuito de ésta útlima? No, porque es el mismo. Una calculadora “baratilla” como la 82ES puede hacer lo mismo que una avanzada, como la 570ES. Lógicamente, la fx-82ES está capada, o tiene una ligera modificación, para que no muestre todas sus capacidades. Para conseguir ampliar las funciones de nuestra calculadora, hay que hacer unos pequeños cambios que varían en función del modelo. En la próxima entrada explicaré cómo actualizar dos modelos de calculadora (fx-82Es y fx-82MS) a las versiones “caras” (fx-570Es y fx-115MS, respectivamente). Más adelante, también comentaré algunos trucos y programas ocultos en las calculadoras Casio.
Como paso previo a la formación de un club de Robótica, hoy he dado una charla-taller en mi colegio sobre Arduino a los que compraron una placa el otro día. Para ser la primera cosa medianamente seria que hago en público (bueno, no era un gran público precisamente), ha ido bastante bien.
Además, me lo he pasado bastante bien, y, como me han dicho que haga otro taller un día de estos, seguramente repetiré (por otra parte, no he terminado de explicar lo básico, así que tenía que volver sí o sí).
He subido el Powerpoint de la charla a Slideshare; en la misma página se puede descargar:
Movimiento, belleza y un toque decimonónico se aúnan en las creaciones de Jos de Vink, un ingeniero holandés jubilado que, encontrándose sin nada que hacer, se decidió a construir motores de vapor. En sus orígenes encontramos diseños muy simplificados que se basan en los mismos principios que la máquina de vapor de Stirling. Si a la técnica le añadimos ese toque steampunk que tienen sus invenciones, el resultado es contemplar boquiabierto sus vídeos.
Construidas únicamente con latón, velas y mucho ingenio, sus obras de arte -porque son más que una simple máquina- son realmente impresionantes: movimientos fluidos, sin asperezas, ni elementos superfluos.
A continuación, un vídeo sobre su impresionante “Basilica”:
Todos sus vídeos, en su canal de Youtube. Información más detallada sobre cada uno de sus artefactos, en su web (en holandés).
Llevo unos días con la idea en la cabeza de clonar objetos, principalmente engranajes de Lego.
Al principio pensé en utilizar estaño y madera. Para probarlo, hice a mano un molde de madera con el isotipo de Ubuntu. La verdad, muy viable no era: para cada pieza necesitaba escarbar durante mucho rato, y la precisión no era muy alta. Sin embargo, llegué a hacer un modelo con un parecido bastante razonable al original.a
Más tarde estuve investigando, y pensé que utilizar plástico fundido sería una buena idea. Se me ocurrió que, empleando láminas de plástico de botellas y una sandwichera ligeramente modificada podría conseguir plástico líquido, pero mi madre me disuadió aduciendo que era peligroso. Bueno, vale, reconozco que una sandwichera no es muy manejable, pero sí la idea que me sugirió mi padre: un cazo metálico, calentado en horno de gas. Esta idea me pareció mejor, pero a mi madre le siguió sin gustar la idea, por lo que, de momento, está algo aparcada.
Más adelante surgió la idea de emplear escayola como molde, y tras un intento fallido con Aquaplast y una primera toma de contacto con la escayola verdadera, hoy me he venido al chalet para intentar replicar un engranaje. Fracaso casi total. Sin embargo, he estado intentando clonar una llave, y ahí me ha ido mejor. Sin embargo, el estaño es demasiado difícil de manejar (cuando terminas de fundir la última parte el comienzo ya está sólido, y la tensión superficial es increíble), así que tendré que pensar en utilizar moldes de silicona y algún tipo de resina como relleno.