Combinando acero y energía solar
Impresionante la fuerza del sol:
(Sí, lo primero es una salchica)
¡Gracias Jhak!
Impresionante la fuerza del sol:
(Sí, lo primero es una salchica)
¡Gracias Jhak!
Ayer fuimos a ver el rio Potomac (prefiero no escribir tildes; lo de ayer fue un destrozo) por la mañana. Es un rio enorme, muy ancho, que todos los años tiene un caudal inmenso (no como el Ebro). En 1936 llego a una altura de 3 metros ¡por encima del parque nacional en el que esta¡ Tambien vimos sus cascadas, y, despues de un paseo, nos fuimos a ver la siguiente cosa.
Con motivo del décimo aniversario de Google, han convocado a todas las personas para presentar ideas que ayuden a la humanidad.
El domingo estuve en el chalet y, a pesar de poder haber escrito una entrada, no lo hice. Estaba dándole los últimos detalles a una idea que había tenido, una estantería modular con piezas iguales a las que aparecen en el juego Tetris. Hice planos, calculé medidas… vamos, que dibujé la guía de montaje. Y era una idea buena; mi madre no me miró como diciéndome “otra de tus cosas raras”. Es más, me parece que lo veía interesante. Yo estaba ya pensando en dónde se podía poner y el precio de la madera, ya que los bocetos los tenía hechos. Así que sin más dilación, os presento la “Estantería Tetris”:
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9.10.
Por si alguien no entiende lo que es cada cosa (tengo la letra un poco mala, pero creo que los dibujos se entienden), lo pongo aquí:
Hoja 1: Pieza con forma de Z. Donde pone x p. y cm, x es el número de piezas de la longitud y (y suena a matemáticas).
Hoja 2: Pieza con forma de Z inversa. Igual que la de la hoja uno, pero de diferente color.
Hoja 3: Pieza con forma de palo. Al montar la estantería, sería mejor que este componente estuviese siempre en horizontal.
Hoja 4: Pieza con forma de T. Esta es la primera que hice; se nota en algún detalle del dibujo que luego no me convenció, ya que no lo puse en los siguientes.
Hoja 5: Pieza con forma de L.
Hoja 6: La inversa a la 5.
Hoja 7: El cuadrado. Puede que sea demasiado grande para almacenar cosas pequeñas, pero algún libro gordo cabrá bien ahí.
Hoja 8: Aquí explico el sistema que se usaría para fijar unas piezas con otras, aunque puede que no sea necesario si la estabilidad es buena. Simplemente consiste en un agujerito en el centro de cada segmento, por el que pasa una clavija (algo de plástico barato había pensado, con la forma del tape de un boli Bic).
Hoja 9: Las cuentas de la cantidad de piezas necesarias para formar un set completo (esto es, una pieza de cada). La he planeadoo para que se componga de dos sets, pero eso ya lo dejo en manos del que me lea.
Además, en la parte inferior de la hoja aparece un esquema del modo en que se unirían los tetriminos con las clavijas y posibles modos de construir la estantería.
Hoja 10: Cálculo de los metros cuadrados (me estoy dando cuenta de que no acabé la operación de los metros cúbicos, o de que la hice mal) necesarios de madera. Serían 4’404 mettros cuadrados por cada set de piezas.
En cuanto a las medidas de las piezas, el grosor es de 1’6 cm (a pesar de que en mis hojas aparece 1 cm), la profundidad de 30 cm (aunque quizá sea excesivo; 25 cm puede que sea suficiente).
De materiales, para ajustarse a un grosor no demasiado grande y por elegir algo barato (en madera de pino quedaría bien, pero luego no se vería la textura), he pensado que con tablones de melamina quedaría bien.
Los colores aparecen en algún lado cercano a la pieza en cuestión; yo he copiado los de Tetris DS (que no sé si se corresponderán con los del Tetris original, pero a mí me han gustado esos).
Mis padres me dijeron que no lo pusiese en el blog por si alguien me robaba la idea, pero el caso es que hoy, al mediodía, mi padre me lo ha chafado todo. Ya está inventado:
Pero me considero inventor de este modo de construcción de la estantería Tetris… Si es que hay que nacer antes…
P.D.: si no entendéis mi letra, ponedme un comentario.
Este verano, cuando nos íbamos al chalet con mis primos, trabajábamos en Pulzar. Pulzar fue una idea de mi prima y mi hermano, cuando yo estaba en Irlanda. Se dedicaban a hacer pulseras (de ahí su nombre, PULseras ZARagoza) y a venderlas a la familia. También hicieron algo de teatro, me parece, y mientras yo estaba learning english, ganaron 7 €. Las pulseras que hacían eran una especie de trenzas que se hacen con cuatro tubitos de plástico:Son majas, pero cuesta muchísimo tiempo hacerlas. En cuanto volví, me puse a ayudarles yo también. Entonces vimos que no teníamos apenas clientela (como mucho puedes vender una por persona en la familia), así que se me ocurrió que sería mejor vender en la calle. Casi fue en broma, pero mi hermano preguntó si podíaos, y nos dejaron. Con un precio inicial de 1 €, comenzamos a vender bajo un árbol en un parque las pocas que teníamos hechas. Íbamos con una bolsa en la que teníamos tijeras, tubitos, una caja con dinero, algunos caramelos y, aparte, una mesita de plástico y un cartel en el que ponía “Pulseras 1€”.
Al cabo de un día o dos, apenas nos quedaban tubitos, por lo que fuimos a un chino a comprar. Encontramos abalorios y nylon (o algo que se le parece), y cogimos 1 cajita. Este tipo de pulseras es mucho más fácil de hacer que las otras, y se acaban en 5 veces menos tiempo, aparte de poder hacer diseños diferentes. Éstas las vendíamos a 0’50€, y tuvimos que bajar las otras al mismo precio, ya que nadie las compraba.
A medida que pasaba agosto, fuimos ampliando el surtido de pulseras, ganando más dinero (que usaremos para ir a la bolera algún día), comprando diferentes abalorios, haciendo carteles más grandes, pasando más rato en el parque… Yo calculo que hemos vendido unas 100 pulseras, puede que más; es muy difícil hacer cuentas cuando no tienes un ritmo fijo de trabajo. Había noches en las que llegamos a hacer 20 pulseras, aunque siempre estábamos trabajando mientras vendíamos.
En el parque en el que estábamos no pasa mucha gente, ya que la zona es relativamente nueva en cuanto edificios, por lo que, mientras mi prima y yo hacíamos pulseras, mi hermano enseñaba el cartel a las personas y a los coches. Hubo gente que compró una (lo más común), dos, o incluso ocho.
Cuando ya teníamos tanto dinero que la caja pesaba, decidimos dejar unas cuantas monedas en casa, para no tener que llevar tanto y por seguridad. Cuando dejamos de vender (se acerca el cole; mañana empiezo yo), teníamos bastante dinero, lo sufiente como para ir a la bolera y más: