A lo largo del curso pasado mi hermano y sus amigos trabajaron en una web, Al otro lado de las TIC, que presentaron al Premio Internacional Educared (en el cual resultaron vencedores el año pasado, y yo el anterior). Un trabajo impresionante que recopila una serie de entrevistas a profesores, alumnos y personas destacadas dentro del mundo de las TIC en las que se tratan temas como las aplicaciones que se pueden emplear en el aula, el uso que se debe hacer de ellas, el papel actual de las TIC en la enseñanza… Desgraciadamente, a pesar de que todos pensábamos que iban a llevarse un premio, esta vez no han tenido suerte. Aún les queda un par de años para volver a intentarlo, pero como se dice siempre, “lo importante es participar”. Y aunque parezca una coletilla que ya no tenga mucho significado, realmente en este tipo de concursos lo que realmente vale la pena es lo que se aprende por el camino: hace un par de años, aunque no gané este mismo concurso, consideré que el esfuerzo valió la pena por todo lo que habíamos hecho. Supongo que por algo dirán que lo importante no es llegar, sino el camino.
¡Os dejo con un vídeo introductorio que hicieron, y desde aquí les doy mi enhorabuena!
En efecto, tras casi tres intensos meses, el verano toca a su fin. La verdad, no me puedo quejar: he viajado mucho, he aprendido mucho, y he hecho mucho; me quedo con la sensación de haber empleado bien el tiempo.
Ya me pasó el año pasado, pero en esta ocasión es mucho más acusado: aún no me he hecho a la idea de que el verano acaba, yo sigo pensando que estaré de “fiesta” por un tiempo indefinido. Si bien es cierto que el colegio no empezará a efectos prácticos hasta la semana que viene, el tener que levantarse por obligación hace que no sea lo mismo.
Durante las últimas semanas he estado metido en un montón de cosas: junto con mi hermano he montado -y en ello sigo- algunas webs para pequeñas empresas; con unos amigos de clase estoy preparando el disfraz para el Salón del Cómic (sí, es en diciembre, pero es preferible que esté terminado cuanto antes); y hemos tenido unos días de mucho movimiento familiar. De todos modos, conforme vaya terminando estos “proyectos”, iré subiendo alguna cosilla.
Resulta curioso que el último día de clase del curso pasado terminara con un karaoke en el que cantamos “Video Killed The Radio Star”, de Buggles, y que último día del verano también acabe (y no lo he hecho aposta) con la misma canción. Os dejo con ella:
Pues sí, con motivo de las fiestas de mi colegio (Cardenal Xavierre), hemos montado esta semana una exposición sobre nuevas y viejas tecnologías, abarcando temas como instrumentos de física, ordenadores, videoconsolas… Podéis echar un breve vistazo aquí:
No se me ve mucho, pero sí se me oye. Si queréis pasar a verla, mañana estará abierta por la tarde. ¡Estáis todos invitados!
Se me había olvidado publicarlo, pero más vale tarde que nunca: he pensado que no merece la pena narrar todo el viaje aquí en el blog, ya que los profesores con los que fuimos lo fueron haciendo cada noche. Si a alguien le interesa leer las crónicas, helo aquí. Os dejo con un fragmento de una entrada que escribí con Fran y Sergio:
El Adriático con la luz del alba
al supremo vaporetto precede
que a la villa del Véneto antecede
y nos encontramos gente a mansalva.
El Palacio Ducal visitamos
de oro de muchos quilates colmado
con obras maestras dignas del papado
y en la Plaza San Marcos alucinamos
ya que el estómago mucho rugía
antes de en góndola, darnos un paseo
fuimos a jalar a una tratoría
y entre edificios que ni la Seo
montamos una gran algarabía
mientras buscábamos un aseo.
No es digno de Quevedo, pero aun así refleja muy bien el espíritu del viaje
En dos palabras: im-presionante. 30 personas, 8 días de viaje, 12 ciudades, montones de iglesias, monumentos y obras de arte variadas… por toda Italia. Pero se acabó, y no se puede repetir… ¿o sí?
Realmente, ha sido un viaje fantástico que aún tengo que digerir (para que os hagáis una idea, he hecho 1800 fotos), pues el ritmo ha sido frenético (Roma en día y medio, por ejemplo). De momento, tendréis que conformaros con esta foto friki que tomé en Pisa con mi buen amigo el transportador de ángulos, pero no os preocupéis, que intentaré publicar algo más extenso que esto.