Puente en Jaca
El jueves por la tarde, aprovechando que había puente, fuimos a Jaca a la casa de los Sánchez con intención de esquiar. Llegamos un poco tarde, pero a mesa puesta. Estuvimos un rato por casa, y nos fuimos pronto a dormir.
El jueves por la tarde, aprovechando que había puente, fuimos a Jaca a la casa de los Sánchez con intención de esquiar. Llegamos un poco tarde, pero a mesa puesta. Estuvimos un rato por casa, y nos fuimos pronto a dormir.
Esta es una de las prácticas que más se me han resistido de todo lo que llevo de curso, pero no estoy disgustado con el resultado. De acuerdo, no es precisamente grácil, pero por lo menos se mueve correctamente…
Lunes, 8:30. Clase de Sociales. Sopor general. De repente, se oye un ligero estribillo. Alguien que ha olvidado poner el móvil en silencio, pienso. Todo el mundo callado. La canción prosigue, y yo me doy cuenta de que es la canción del Cola Cao (“Yo soy aquel negrito, del África Tropical…”). Leñe, alguien con el mismo tono de móvil que el mío. Pero no. No es posible. Yo nunca me llevo el móvil a clase. Pero parece ser que lo había olvidado por lo de la entrevista de ayer. “Julio, ¿Puedo levantarme?”. Desternillamiento general. “¡Temazo, temazo!”.
Bueno, por lo menos ha sido un rato divertido…
Anoche me terminé 2012, un libro del artista Brian D’Amato en el que se trata del tema del Apocalipsis de una forma bastante peculiar.
Para empezar, hay que decir que el libro no tiene nada que ver con la película, de igual nombre, de Roland Emmerich.
Según los mayas, guiados por el Juego de adivinación maya (elemento central del libro), el mundo acabará el 21 de diciembre de 2012. Jed DeLanda, un matemático maya criado en Estados Unidos con una capacidad para el cálculo excepcional, acaba dentro de una asociación para la que solía trabajar que se dedica a evitar el fin del mundo. Para ello, utilizan una versión del Juego adaptada, pero la versión original se perdió en el tiempo, por lo que envían a Jed al pasado (transportando su conciencia a través de un agujero de gusano) en busca de las “instrucciones” originales.
Spoiler:
Después de unos fatídicos atentados con uranio de por medio, el mundo enloquece. Tras decenas de capítulos en los que Jed tiene diversas aventuras por el mundo maya, consigue el modo real de jugar al Juego, que, en realidad, eran unas drogas cronolíticas (término que sólo aparece una vez en Google. Al parecer, provocan que el cerebro piense mucho más rápido). Finalmente, consiguen localizar al terrorista, una persona relativamente normal que había sido despedida de su trabajo, que se estaba preparando para lanzar un ataque bacteriológico a escala mundial.
El estilo narrativo de Brian D’Amato es muy curioso. Está todo perfectamente documentado, casi parece una enciclopedia. Hay más de 170 notas a pie de página a lo largo de todo el libro, algunas bastante extensas, lo que, sumado a las largas explicaciones sobre la cultura maya, hacen de él un buen libro para aprender sobre la época precolombina. Además, aunque son más de 730 páginas, consigue mantener la trama trepidante en todo momento. Como ha dicho la crítica, es un libro que te mantiene pegado un sinfín de horas (a mí me ha costado 2 meses terminarlo. También es verdad que he leído bastantes entre medio). Ciencia ficción, thriller, libro histórico, tecnológico… Es una combinación bastante curiosa, pero que encaja bastante bien.
Hace un tiempo creo que mencioné que había pedido una beca para ir a estudiar 1º de Bachillerato en Estados Unidos. Pues bien, pasé la primera fase, y hoy tenía una entrevista para decidir si finalmente me la dan o no.
Cuando he llegado al colegio “School Year Abroad”, en la plaza Aragón (nunca se me había ocurrido que pudiese haber algo ahí dentro), lo primero que he hecho ha sido esperar un poco a que llegasen todos los convocados. En total estábamos 12: 1 de Sevilla, 2 de Pontevedra y 9 de Zaragoza (me parece). Después, y yo no lo sabía, hemos hecho un examen de inglés de hora y media. La parte escrita me ha salido muy bien, yo creo que tendré más de un 9, pero en la del listening he fallado algunas en las que hablaban niños (me ha costado entender las voces agudas). Después, han hecho grupos de 3 y nos han dejado algunos periódicos y revistas para que esperásemos a que llegase nuestro turno para ser entrevistados por el presidente de ASSIST. Cuando, finalmente, ha llegado mi turno, yo estaba bastante nervioso, pero, aunque es un poco cruel, se me ha pasado al ver que un chico que entraba conmigo lo estaba más todavía.
Yo creo que he causado buena impresión, aunque no tengo más referencia que la de los dos con los que he entrado, así que no puedo especular mucho sobre el tema.
El año pasado, recibieron más de 1500 solicitudes para el programa ASSIST de 16 países diferentes. De ellas, se quedaron con 710, de las cuales, tras la entrevista, sólo 121 consiguieron la beca . Este año, por lo que he oído que decía el coordinador de España, han entrevistado a 45 personas en España, y el año pasado la consiguieron 11 españoles. Lo cual tampoco dice mucho, ya que al haber tantos estudiantes procedentes de tantos países se hace un poco difícil sacar conclusiones.
Bueno, aunque es difícil que me la den, algo de esperanza tengo (pongamos un 45%). A mediados de febrero me enteraré de cómo ha ido la cosa.
Estos días estamos viendo el código HTML en informática, y hoy hemos hecho una práctica muy chula, que a mí ni siquiera se me había ocurrido que se pudiese hacer. Supongo que, con mucha paciencia, podrían hacerse imágenes de esta manera: