Ode to the Brain, a.k.a. científicos con Auto-Tune
Me ha parecido muy curioso este vídeo, realizado con fragmentos de diversas charlas de algunos de los cerebritos [risas] más importantes de la neurología:
Me ha parecido muy curioso este vídeo, realizado con fragmentos de diversas charlas de algunos de los cerebritos [risas] más importantes de la neurología:
Imagexto es la última creación de mi últimamente ociosa mente. Como su propio nombre indica (dejo a la crítica designarlo con mayor originalidad), se trata de un sistema que permite aunar texto e imagen en uno, algo muy útil para poder ver gráficos y texto en espacios muy reducidos que de otro modo no permitirían insertar imágenes, o simplemente como mera decoración original de un escrito. Se trata de una idea influenciada por Guillaume Apollinaire y el Arte Ascii, pero que, a diferencia de estas, aúna a la perfección la creatividad y la compatibilidad web.
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(A mayor tamaño, aquí)
O, dicho de otra forma, cómo justifico no haber ganado (y mira que era fácil) en la prueba a la que me he presentado esta tarde, el Canguro Matemático.
Dejando de lado lo bueno que pueda ser cada uno resolviendo problemas de Matemáticas, un factor decisivo en este tipo de concursos (al igual que en otras muchas áreas) es la velocidad mental. Por ejemplo, a mí me cuesta bastante centrarme en cualquier problema, incluso si no es algo matemático. Por suerte, una vez he asimilado todos los datos, ya pienso en cómo resolverlo.
En la Olimpiada Matemática quedé en un puesto respetable porque no exige una gran rapidez, al contrario: 6 ejercicios, 7 horas. Eso da 1:10h para hacer cada problema. Eso sí, eran de gran complejidad (vamos, que no había por dónde agarrarlos: que tuviese completamente bien, yo sólo obtuve uno).
Sin embargo, este concurso del que he hablado, de mucho menor nivel (es para alumnos de ESO y Bachillerato, y se realiza en diversos Centros) busca exactamente lo contrario: se trata de 30 problemas cortos, de no mucha dificultad, divididos en tres categorías: fácil, medio y difícil. Pero claro, la dificultad está en el tiempo: hay sólo 1:15h para realizar todo el examen. Vamos, que para hacer 30 ejercicios de Canguro te dan el mismo tiempo que para uno olímpico.
Así que no espero llevarme nada, aunque quién sabe, siempre queda alguna posibilidad. Pero no, no creo: este concurso lo ganarán, cada uno en su respectiva categoría, mi hermano y Ernesto, que también lo hicieron (y ganaron) el año pasado.
Los últimos siete días quizá hayan sido de los más frenéticos que he tenido en toda mi vida. Como ya sabéis (y si no, os lo comento ahora), estos pasados martes y miércoles estuve exponiendo mi OSciLO-duino en el Premio Nacional don Bosco, organizado por el colegio Salesianos de Zaragoza.
Podría haber sacado un ratito para escribir algo en el blog, diréis. Me habría gustado, pero lo cierto es que ha sido imposible: ayer empecé exámenes de evaluación. Os podréis imaginar cómo han sido mis últimas dos semanas: estudiando, terminando el proyecto, preparando la defensa… pero, como todo buen trabajo, se terminó el día de antes a las tantas de la madrugada (la cartelería con Abraham, y la parte técnica con Pepe).
¿En qué consistió mi proyecto? Bueno, ya colgué hace unas semanas un vídeo comentando en qué consistiría la cosa, pero teniendo ahora en mis manos el prototipo final, lo que os conté hace mes y medio no le hace justicia. Por decirlo brevemente, OSciLO-duino es un osciloscopio de bajo coste (20±3€) que cualquiera con unos conocimientos mínimos puede ensamblar en su casa y que cuenta con unas mejoras fundamentales respecto a los otros osciloscopios “de aficionado” que existen por Internet, e incluso en el mercado: a diferencia de la mayoría, éste puede leer valores negativos, y no sólo eso, sino que lo hace por medio de una novedosa técnica, la rectificación de doble onda (que no es algo precisamente nuevo, pero a nadie se le había ocurrido implementar). Pero bueno, aún se puede mejorar bastante y, de hecho, cuando termine los exámenes y me desature de cables y circuitos nos pondremos manos a la obra con el OSciLO-duino V2.
El examen sobre el proyecto lo hice el martes a las 13:20, ante un tribunal compuesto por tres personas de la rama. Para estas cosas yo me suelo poner bastante nervioso, pero esta vez lo llevaba bien preparado, así que todavía no estaba hiperventilando. Sin embargo, al conectar el portátil al cañón de vídeo para poner el Powerpoint… no pasó nada. Imaginad cómo fue mudando mi expresión mientras probaba diversos métodos, sin resultado. Finalmente, puse la presentación en un modo algo rebuscado, sin poder pasar las diapositivas directamente (encima, en un programa antediluviano). Según Abraham, mi voz estaban tan tensa como mi cuerpo. Durante la tarde anterior, había estado ensayando con Pepe algunas preguntas que me podrían hacer, tales como “¿Por qué has empleado el operacional 3140 en vez el clásico 741?” o “¿No habría sido más cómodo utilizar un puente de diodos?”.
Sólo me preguntaron que cuántos años tenía [...]
Por otro lado, igual de importante o más fue la exposición en sí: había un montón de proyectos que, aunque se me escapaban, merecían la pena (hay que tener en cuenta que este Premio es para Bachillerato y FP; está algo descompensado en ese sentido: a mi tierna edad, estaba participando con/contra gente de veintitantos años). Hubo varios que me llamaron la atención, como el de los chicos de Riojinux (fans de Jarre), un sistema operativo basado en Ubuntu preparado para funcionar en máquinas con pocos recursos; o el de tresdimension.es, un sistema que combinaba vídeo en 3D con sonido binaural (algo que no conocía, es realmente curioso: es un tipo especial de estéreo que es grabado tal y como lo oiría el oído humano, por medio de un micrófono en forma de cabeza). También me parecieron curiosos un proyecto que recogía todos los gestos faciales relacionados con determinadas emociones, algo muy útil para saber cuándo alguien miente, por ejemplo; y otro que, aunque me parece demasiado increíble (incluso a mí) para el nivel de 2º de Bachillerato, a la prensa la volvió loca: un cohete que lanzaron unos chavales para hacer un estudio de la espectrografía de la luz solar sin la influencia de la atmósfera (poderoso caballero es don Dinero). ¡Ah! Y un sistema mejor que cualquier ambientador o extractor que hicieron unos chicos eslovacos: cargaba eléctricamente las partículas de humo (o cualquier otro gas), y luego un electroimán a 20.000 voltios las eliminaba en 5 segundos.
En cuanto a mi stand, lo tenía todo bien montado, pero al ser algo no muy impresionante, me pusieron al final de la sala. Sin embargo, para atraer público, utilicé estrategias comerciales: ¡ofrecer caramelos! La verdad es que sólo venían niños pequeños, que luego se paraban a preguntar a las chicas de al lado por su mochila, y dejaban a mi osciloscopio solo (al menos, una niña de unos 7-8 años tuvo la decencia de preguntar por la caja de puros, y luego aclarar que no le interesaba, que estaba allí por los caramelos).
Aunque no gané (¿no lo había dicho aún? Bueno, en este concurso no era mi meta principal), la verdad es que me lo pasé genial, conociendo a gente con intereses que no se ven mucho por estas tierras, y comiendo gratis un par de días.
Y ya para terminar, supongo que tendré que dar las gracias a Pepe y a Abraham, y a los que han tenido que soportar mi cuarto sin recoger durante mes y pico (hasta ayer no se veía la alfombra, únicamente capas de papeles ordenados a mi manera).